Europa
Un 'metro' europeo de alta velocidad: así será Starline, la red que unirá el continente en 2040
El ambicioso proyecto busca conectar 39 destinos, y España contaría con dos líneas diferentes
La conectividad europea podría estar cerca de cambiar para siempre. El grupo Copenhague 21st Europe está decidido a sacar adelante uno de los proyectos ferroviarios más ambiciosos de las últimas décadas: la creación de una red de alta velocidad que unirá los distintos países del continente bajo un mismo sistema. Esta iniciativa, bautizada como Starline, busca transformar la movilidad en Europa y hacer del tren una opción más competitiva frente al avión.
En 2023, aproximadamente 8.000 millones de pasajeros utilizaron trenes de alta velocidad. Sin embargo, solo el 9% de ellos cruzó fronteras, un dato que ayuda a ilustrar las limitaciones de la actual red ferroviaria. La fragmentación y las desigualdades en la infraestructura de cada país han convertido los desplazamientos internacionales en un proceso lento e ineficiente, lo que lleva a muchos ciudadanos a optar por el transporte aéreo.
Así será Starline
"Un sistema ferroviario verdaderamente integrado ya no es solo una cuestión de conveniencia; es una necesidad estratégica para la resiliencia de Europa en el siglo XXI". Con estas palabras, la compañía presenta su ambicioso proyecto. Su intención es conectar países con la misma fluidez que las líneas de metro urbanas, apostando por la integración en el sistema de billetes y la velocidad. Según sus estimaciones, los trenes de Starline podrían llegar a ser un 30% más rápidos que el transporte por carretera, aprovechando en gran parte infraestructuras ya existentes.
La red Starline se extenderá a lo largo de 22.000 kilómetros y planea conectar 39 destinos en distintos países europeos. Además, se contempla la posibilidad de expandirla a otros territorios vecinos, como Reino Unido o Ucrania.
¿Cómo serán los trenes?
Como apuntan, los trenes de Starline alcanzarán velocidades de entre 300 y 400 kilómetros por hora, lo que permitirá conectar, por ejemplo, Helsinki y Berlín en aproximadamente cinco horas. En cuanto al diseño, tendrán un característico color azul y los vagones estarán divididos en distintos espacios. La red se estructurará en cinco líneas principales, de la A a la E, cada una con un color asignado.
El 'think tank' detrás del proyecto destaca que todos los países deberán contar con al menos una estación, ubicadas principalmente a las afueras de las grandes ciudades. Sin embargo, aquellos con economías más grandes o centros industriales clave podrían disponer de una conexión adicional. En el caso de la península ibérica, el mapa preliminar muestra dos líneas principales: la roja, que atravesará Madrid y finalizará en Lisboa, y la naranja, que pasará por Barcelona y culminará en la capital española.
¿Cuándo será una realidad?
Desde Copenhague 21st señalan que el proyecto podría empezar a materializarse en 2040. No obstante, reconocen que aún se encuentran en proceso de negociación con responsables políticos, diseñadores y empresas del sector ferroviario. Su propuesta contempla una financiación basada en fondos públicos y una gestión a cargo de compañías nacionales, bajo la supervisión de una nueva Autoridad Ferroviaria Europea (AFE).