Mario Monti

«Monti ha evitado la bancarrota»

Bill Emmott, ex director de «The Economist»

BILL EMMOTT
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Bill Emmott, director de «The Economist» de 1993 a 2006, ha advertido del peligro que supone Berlusconi para Italia desde 2001, cuando dedicó al magnate la portada en la que aseguraba que «no era apto» para gobernar.

–¿Le sorprende que Berlusconi haya propiciado el fin anticipado del Gobierno de Mario Monti?

–No. Berlusconi intenta así abrir la campaña electoral presentándose como un «outsider», como alguien que desafía a Monti y al orden establecido. Es lo que hizo ya en sus inicios. De ahí viene que cargue contra Alemania y haga esas declaraciones sobre la salida del euro, que recuerdan mucho a las que hace el cómico Beppe Grillo. Toda su apuesta es para salvarse a sí mismo y seguir siendo parlamentario. Hay tres motivos que le llevan a no retirarse de la política. El primero es para estar más protegido frente a la Justicia. El segundo, para proteger sus intereses empresariales, su conglomerado mediático. Y, en tercer lugar, por su propio instinto político. Berlusconi es como un actor que quiere seguir siempre en el escenario y no acepta el retiro. Para él la jubilación no es una opción. Berlusconi está enfermo políticamente.

–¿Ha salvado Monti a Italia de la bancarrota?

–Ha evitado que Italia cayera en una bancarrota financiera. Hace un año los mercados estaban reaccionando de forma muy peligrosa para los intereses italianos ante las decisiones políticas de Berlusconi y de sus aliados de la Liga Norte. Monti evitó el colapso de Italia, que habría seguido los pasos de otros países del sur como Portugal o Grecia. Sin Monti, el país hubiera necesitado un rescate que, por su tamaño, no podría haber llegado, lo que habría supuesto un desastre para el euro.

–¿Puede la inestabilidad política italiana provocar una crisis larga en los mercados que afecte a otros países del sur de Europa, como España?

–Es equivocado sacar conclusiones de lo que hacen los mercados en un solo día. No pienso que la tendencia negativa continúe durante más días. La situación se estabilizará, aunque habrá una volatilidad en los próximos meses hasta que se celebren elecciones. El problema es que los mercados actúan muchas veces como las manadas de animales: yendo todos los inversores hacia un mismo lugar o huyendo todos a la vez.

–¿Confía en que mejorará la situación italiana si gana los comicios el favorito, Pier Luigi Bersani, líder de la izquierda?

–En las elecciones hay que elegir entre las opciones disponibles. Bersani representa la principal posibilidad de tener una mayoría fuerte en el Parlamento. Se espera que sea capaz de construir una coalición junto al centrista Casini que permita al nuevo gobierno durar cuatro o cinco años. Esto es lo que necesita Italia, de manera que se puedan hacer reformas para relanzar el país. No obstante, no veo a Bersani como un gran reformador ni como el salvador de Italia.

–¿Es posible que la derecha italiana llegue a ser como la de otro país occidental mientras continúe Berlusconi?

–Ahora mismo es imposible. Es algo complejo, pues la dominación del terreno político por parte de Berlusconi durante los últimos veinte años lo ha impedido.