Reino Unido

Los laboristas expresan su rechazo a Starmer con la elección de Lucy Powell como vicepresidenta

Powell ha cimentado su campaña en sus ataques al giro conservador y antimigratorio que ha dado el primer ministro británico

Lucy Powell speaks after being announced as the new Deputy Leader of the Labour Party, in central London, Saturday Oct. 25, 2025. (Lucy North/PA via AP)
La reina madre de Tailandia y el rey Bhumibol Adulyadej en un desfile militar en 2006ASSOCIATED PRESSAgencia AP

El Partido Laborista británico ha propinado este sábado un varapalo al primer ministro británico Keir Starmer al elegir a su rival declarada Lucy Powell como nueva vicepresidenta de la formación. Powell se ha hecho con el 54 por ciento de los votos, una cómoda ventaja sobre la otra candidata y preferida de Starmer, la ministra de Educación Bridget Phillipson, que ha obtenido un 46 por ciento de las papeletas depositadas por los afiliados durante seis semanas de votación. La nueva vicepresidenta del partido ha cimentado su campaña en el rechazo a la trayectoria política de Starmer desde su llegada al poder.

"La gente está percibiendo que este gobierno no es lo suficientemente atrevido", ha declarado en su discurso triunfal recogido por Sky News, "a la hora de fomentar el cambio que ha prometido". Su expulsión del gabinete días antes de la apertura de las nominaciones a estos comicios no ha hecho sino acrecentar su popularidad entre los laboristas, cansados de las difusas políticas de Starmer y de sus intentos de ganarse a los conservadores con duras iniciativas contra la migración; una estrategia que está arrastrando al partido en unas encuestas donde cada vez está más distanciado del partido Reform (Reforma) de Nigel Farage, como recoge Europa Press.

Una defensora de los valores laboristas

"Adoptar un pensamiento estratégico para ser más Reforma que el Reforma es algo que no nos va a ayudar en absoluto", aseguró Powell a principios de mes, "porque, seamos sinceros, hemos cedido demasiado terreno en los últimos meses". Otra prueba del desencanto con Starmer reside en la bajísima participación del electorado: solo un 16,6 por ciento de los afiliados han depositado su papeleta, en una expresión del cansancio con el que observan el giro conservador de las políticas de Starmer, que amenaza con alienar a los votantes más orientados a la izquierda en favor de Los Verdes o la nueva formación de su antiguo líder Jeremy Corbyn, Tu Partido, por no mencionar a los nacionalistas en Gales o Escocia.

El primer ministro británico ha hecho de tripas corazón y felicitado a Powell por su victoria con un mensaje conciliador. "Lucy siempre ha sido una orgullosa defensora de los valores laboristas, y eso es exactamente lo que necesitamos en este momento. Juntos lucharemos por el país. Por la decencia y la renovación nacional", ha hecho saber en su cuenta de X.

Cabe recordar que Starmer se metió en un lío hace unas meses al avisar que el país corría el riesgo de convertirse en una "isla de desconocidos" al anunciar medidas drásticas contra la inmigración, una expresión vinculada al conservador Enoch Powell durante los años 60. La izquierda laborista, recuerda la agencia Bloomberg, también ha expresado su preocupación por las medidas del gobierno de Starmer para recortar los pagos de combustible de invierno a la mayoría de los pensionistas y reducir las prestaciones sociales, lo que ha obligado a costosos cambios radicales en ambas medidas, a pesar de la amplia mayoría de la que goza el partido gobernante en la Cámara de los Comunes.

El vicepresidente no tiene derecho automático al cargo de vice primer ministro, que Starmer ha entregado al ministro de Justicia, David Lammy, en la reorganización del gabinete que siguió a la dimisión de Rayner. Powell, una de las dos únicas ministras, además de Rayner, que perdieron su puesto en el gabinete en esa reestructuración, ha declarado que considera el cargo de vicepresidenta como "un trabajo de partido, no de gobierno".