El 23 de agosto, Saith Mendez, un niño de 13 años, fue fatalmente disparado mientras aguardaba a su madre fuera de una gasolinera 76 en Pico Rivera, California. El incidente ocurrió cerca de la medianoche, cuando un hombre de unos 20 años se acercó al menor sin mediar palabra y le disparó varias veces en la espalda. El niño fue declarado muerto en el lugar.

Saith, conocido por su carácter protector y cariñoso, solía acompañar a su madre al trabajo tras el fallecimiento de su padre. Su madre, que se encuentra en situación de vulnerabilidad y reside en un refugio de Long Beach, lo llevaba consigo por razones de seguridad. Según familiares, Saith se sentía responsable de cuidar a su madre y a menudo la ayudaba en la gasolinera, publica el diario People

Las autoridades locales han iniciado una investigación para esclarecer el crimen, aunque hasta el momento no se han realizado detenciones. No se ha establecido vínculo alguno entre este asesinato y otro ocurrido en la misma ciudad días antes. La comunidad se ha mostrado consternada por la violencia que ha cobrado la vida de un menor inocente.

Para ayudar a cubrir los gastos funerarios, se ha habilitado una campaña en GoFundMe que ha recaudado más de 9.000 dólares hasta la fecha.