Guinea Bissau

El presidente de Guinea Bissau convoca elecciones nueve meses más tarde del límite legal

Sissoco Embaló suspendió la Asamblea Nacional en 2023 y su gobierno está calificado como régimen autoritario por el índice de democracia de The Economist

(Foto de ARCHIVO) Imagen de archivo del presidente de Guinea Bissau, Umaro Sissoco Embaló Europa Press/Contacto/Li He 05/09/2024 ONLY FOR USE IN SPAIN
G.Bissau.- El presidente de Guinea Bissau afirma que la misión de la CEDEAO "nunca volverá" al paísCONTACTO vía Europa PressEuropa Press

Guinea Bissau es un país africano del tamaño aproximado de Cataluña, con una población igual a la de Barcelona. Bajo su suelo no puede encontrarse oro ni petróleo, ni ningún recurso que pueda considerarse valioso. El 70% de sus exportaciones se limitan a cocos y anacardos. El resto corresponde a pescado congelado y aceite de pescado. El patrimonio de Amancio Ortega es sesenta veces superior al PIB de Guinea Bissau. En definitiva, si puede considerarse que la suerte de las naciones africanas es de escaso interés para el resto del mundo, exceptuando aquellas con un mayor valor estratégico, Guinea Bissau tiene el dudoso honor de encontrarse situada en las profundidades de ese desinterés general respecto a África.

En Guinea Bissau actúa desde 2020 como presidente Sissoco Umaro Embaló, líder del Movimiento para la Alternancia Democrática. La condiciones que rodean su victoria electoral son confusas. Ante el recurso de los resultados impuesto por otras formaciones políticas, Embaló no quiso esperar a que el Tribunal Constitucional se pronunciara para celebrar una ceremonia de investidura no oficial en el Hotel Azalaï y dirigirse luego junto con sus seguidores al palacio presidencial. Allí, el anterior presidente y aliado político de Embaló, José Mario Vaz, le hizo entrega de la morada y comenzó de esta manera una presidencia que debía concluir el 27 de febrero de 2025, fecha que transcurrió sin que Embaló anunciase una fecha electoral. No sería hasta el 4 de marzo que anunció que las elecciones se celebrarán en noviembre de este año y que pretende postularse para una reelección que aseguró que “ganaré en la primera ronda”.

Convocar elecciones nueve meses más tarde de lo debido no es la primera maniobra que realiza Embaló que le posiciona como un candidato a autócrata en África. Por ejemplo, una misión enviada por la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), enviada a Bissau con el fin de “apoyar los esfuerzos de los actores políticos […] para alcanzar un consenso político sobre una hoja de ruta para la celebración de elecciones inclusivas y pacíficas en 2025” tuvo que salir precipitadamente del país tras las amenazas proferidas por el presidente bisauguineano. En un comunicado conjunto emitido con la oficina de Naciones Unidas para África Occidental y el Sahel (UNOWAS), la CEDEAO comunicó las amenazas recibidas y llamaba a la calma a todas las partes involucradas, a sabiendas de la grave tensión social que vive actualmente el país.

Una tensión social que se debe, entre otros motivos, a que Embaló ha suspendido en dos ocasiones la Asamblea Nacional del país. La primera, en 2022, excusándose en discrepancias con la cámara. Tardó un año en convocar elecciones parlamentarias, que perdió de manera estrepitosa frente a una arrasadora victoria del PAIGC. La segunda suspensión de la Asamblea Nacional tuvo lugar en diciembre de 2023 y continúa en curso todavía hoy, sin que se conozca una fecha próxima para la convocatoria de elecciones parlamentarias. En esta ocasión, una dantesca escena fue suficiente para anunciar esta suspensión:

Tras el arresto del ministro de Economía y del secretario del Tesoro bisauguineanos por actividades que les vinculaban a un caso de corrupción (nunca probado), un grupo de hombres armados asaltaron la comisaría donde se encontraban retenidos con la supuesta intención de liberarlos. La operación fue un fracaso, pero Embaló no dudó en categorizarla como golpe de Estado pese a que ninguna institución del Gobierno fue atacada, suspender la Asamblea Nacional hasta hoy y reunir para sí, en definitiva, todos los poderes disponibles. Igualmente, el arresto de figuras opositoras, añadido a torturas e intentos de asesinato dirigidos contra líderes políticos de otras formaciones, han generado en el país una sensación de inseguridad y de miedo que puede palparse entre la población local.

Embaló cuenta a su vez con una fuerte red de apoyos en el contexto internacional. Igual que se reúne con Vladimir Putin en San Petersburgo y califica a los rusos de “hermanos”, de la misma manera sostiene encuentros con Emmanuel Macron y recibe subvenciones de tres millones de euros del Gobierno francés, o es condecorado en Portugal con el Gran Collar de la Orden del Infante D. Henrique. Igualmente, en 2022 se desplegaron tropas senegalesas y nigerianas en Guinea Bissau (sin el consentimiento de la Asamblea Nacional) para garantizar la permanencia de Embaló en el poder, una realidad que muestra sus estrechos vínculos con otras naciones de la región. Dicha misión continúa en el país. Puede interpretarse que países como Portugal, Francia o Rusia (e incluso España) colaboran activamente con un gobierno que el índice de democracia de The Economist califica como “régimen autoritario”.

Si algo puede atribuirse a Embaló, es que ha conseguido que Rusia y Europa trabajen en Guinea Bissau en la misma dirección; en la suya. Ahora ha convocado elecciones, algo más tarde de lo legalmente admitido, sin que haya una Asamblea Nacional que le contradiga. Perdió estrepitosamente en las parlamentarias de 2023 pero ahora asegura que se alzará con la victoria en la primera ronda. Algo sabrá que el resto desconoce.