Portugal

El puente internacional más pequeño del mundo existe y está en Extremadura

El puente, de apenas 3,2 metros de largo, fue construido en 2008 como reemplazo de uno improvisado con tablones de madera

El puente internacional más pequeño del mundo existe y está en Extremadura
El puente internacional más pequeño del mundo existe y está en ExtremaduraA.HormigoWikimedia Commons

En medio de la frontera entre España y Portugal, a orillas del río Abrilongo, se esconde una joya poco conocida: el puente internacional más pequeño del mundo, una estructura tan diminuta que se cruza con solo dos pasos. Pero fue necesario que una artista extremeña lo midiera, lo pintara y lo compartiera en TikTok para que se hiciera viral.

La protagonista es Carmen De Matos, quien en uno de sus vídeos más populares muestra el pequeño puente que conecta El Marco (Olivenza, Badajoz) con Marco (Aldeia da Venda, Portugal).

Un puente que une dos países y una historia común

El puente, de apenas 3,2 metros de largo, fue construido en 2008 como reemplazo de uno improvisado con tablones de madera. Antes de eso, los vecinos de ambos lados lo utilizaban para hacer pequeños intercambios y contrabando local: tabaco, café, corcho o pan eran algunos de los productos que cruzaban discretamente de un país al otro.

De Matos lo describe en su video: “La conexión de este puente diluye la identidad cultural, generando una transfronteriza en común debido a la cotidianidad de la convivencia que se genera en este punto de encuentro”.

El arte de lo cotidiano

La artista, conocida por convertir lugares comunes en obras simbólicas, decide en el video dibujar el puente bajo el sol extremeño. “Estuve 15 minutos poniendo todo mi empeño en acabar la pintura, me achicharré porque hacía un calor tremendo, y al final me inventé todo”.

Aunque no pudo completar su obra por falta de batería “no puedo seguir con mi proyecto invisible porque me hace falta una batería”, dice, su espontaneidad logró conectar con la audiencia. Muchos usuarios comentaron cómo el video les recordó la belleza de los pequeños detalles y el valor de los lugares fronterizos que unen culturas.