La orden es tan tajante como significativa y da cuenta de ella la Agencia As Sahada. Hay que disolver todas las facciones y grupos de Al Qaeda, incluida la rama Hurras al Din, y declarar a Ahmed al-Charaa, antes Abu Mohamed al Golani, como presidente de Nueva Siria.

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Tal y como ha venido publicando LA RAZÓN de fuentes antiterroristas, la desvinculación de HTS (Hayat Tahrir al-Sham), el grupo que lidera Golani, de Al Qaeda nunca estuvo clara y la decisión de la dirección de la banda yihadista de disolver sus facciones en Siria, no hace sino confirmar estas sospechas. Resultaba absurdo que los terroristas combatieran al que había sido su jefe. Todo lo contrario, tienen que aprovecharse de la nueva situación.

De hecho, según otras fuentes, elementos de Hurras al Din, una de las facciones ás fuertes de Al Qaeda en Siria, se están integrando en el Ministerio,de Defensa, lo que no deja de ser en cierto modó lógico, dentro de la óptica terrorista, ya que tiene experiencia en el combate.

Lo ciero es que Al Qaeda ha logrado colocar a uno de su elementos más valiosos al frente de una nación que en su día perteneció al califato del Estado Islámico que fundara Bagdadi. Los tiempos cambian, pero la presencia de los yihadistas permanece.

Desde que Golani tomó el poder, los clérigos más influyentes de Al Qaeda le han recordado que su obligación es implantar una República Islámica, regida por la Sharis, la interpretación más rigorista del Islam. Que lo haga o no, es cuestión de futuro y de oportunidad política, sobre todo si pretende concitar la cooperación internacional. Para ello, debe controlar a los combatientes extranjeros de HTS para que no vuuelvan como terroristas a sus países de origen. Una manera es integrarlos en su administración, pero esta por ver si hay pastel para todos.