Historia

Por qué se eligió Palestina para fundar el Estado de Israel

La ONU eligió Oriente Medio como territorio para que los judíos vivieran libres tras las persecuciones de la Segunda Guerra Mundial, pero esta decisión ha causado numerosas disputas que duran hasta nuestros días

Banderas de Israel y de la Autoridad Palestina
La división de Palestina entre judíos y árabes para la fundación de Israel ha generado disputas y conflictos que duran hasta día de hoyDreamstime

La comunidad judía fue el grupo étnico más castigado en la primera mitad del siglo XX en una Europa antisemita que tuvo la Segunda Guerra Mundial -y el consiguiente Holocausto- como el peor evento de la historia del planeta. En aquel entonces, millones de judíos fueron perseguidos y asesinados por el régimen nazi liderado por Adolf Hitler, dejando una enorme huella en los supervivientes y el resto de las personas que perdura a día de hoy. Así, tras el conflicto, se buscaba resolver los problemas que enfrentaba la diáspora en el antisemitismo europeo, que desembocó en la proclamación de la independencia del Estado de Israel en 1948. Un territorio que se crearía en Palestina y que, más de setenta años después, todavía genera disputas como la actual contienda entre el Ejército israelí y Hamás.

El anhelo del sionista David Ben-Gurión y la "dama de hierro" Golda Meir pudo hacerse realidad y los judíos encontraban un territorio donde vivir en paz y practicar su religión libremente. No obstante, esta situación de odio y rechazo a los judíos que en 2023 muestran los grupos yihadistas de Oriente Medio, ha sido un percance que comenzó a gestarse varios siglos atrás. Con el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán de Adolf Hitler se manifestó un fuerte antisemitismo, pero mucho antes, los judíos fueron perseguidos, expulsados y odiados en muchos lugares. Por ejemplo, en Inglaterra (1290), Francia (1394) e incluso en España (1492).

¿Cuándo se fundó Israel y por qué en Oriente Medio?

Los fieles de la Torá siempre han creído en "la Tierra Prometida", un estado en el que los judíos podían vivir sin odio ni persecuciones, y en los que fueran visto igual como iguales a cristianos (con las que la integración era imposible) u otras religiones como el islam. Así, los históricos asedios contra los creyentes del judaísmo dieron lugar a un movimiento denominado sionista, con Theodor Herzl como líder y que cobró fuerza durante el siglo XIX. Una corriente que veía a Palestina como solución del antisemitismo y que se eligió por el Antiguo Testamento.

La tradición judía indica que la zona en la que se asienta Israel es la tierra que fue prometida por Dios a Abraham y sus descendientes. La zona fue invadida en la Antigüedad por asirios, babilonios, persas o romanos. Estos últimos pusieron a la región el nombre de Palestina y quienes expulsaron a los judíos de su tierra. Así, los árabes ocuparon Palestina hasta que fue conquistada por los cruzados europeos. En el siglo XVI, se estableció la denominación turca que duraría hasta la Primera Guerra Mundial, cuando se impulsó el mandato británico, que se declaró a favor de "un hogar nacional para los judíos en Palestina".

Antes, se habían considerado otras opciones en algunos puntos de América Latina., pero la ONU informó que los motivos para que un Estado judío se estableciera en Medio Oriente se centraban en "argumentos basados en fuentes bíblicas e históricas". Allí se reconoció la conexión histórica del pueblo judío con Palestina y las bases para reconstituir el Hogar Nacional Judío en dicha región.

Pero esto generó la polarización entre el nacionalismo árabe y el sionismo, por lo que la ONU aprobó en 1947 un plan para la partición de Palestina. Los judíos lo aceptaron, pero no así los árabes, que consideraban una "invasión y pérdida de su territorio".

Un año más tarde, el 14 de mayo de 1948, los judíos declararon en Tel Aviv la creación del Estado de Israel, apoyado por la Organización de Naciones Unidas. A día de hoy, más del 80% de la ONU reconoce a Israel, aunque esta decisión ha causado numerosas disputas, críticas y revueltas que perduran hasta nuestros días.