Armamento

¿Qué es el radar ruso Nebo, que vale 100 millones de dólares, destruido por el ejército ucraniano?

El Nebo-M puede detectar objetivos a distancias de hasta 700 kilómetros, y es capaz de seguir simultáneamente hasta 200 trayectorias

Una estación de radar 55Zh6 "Nebo"
Una estación de radar 55Zh6 "Nebo"Wikipedia

Las estaciones de radar Nebo, pieza clave para las fuerzas de ocupación rusas en Ucrania, están siendo blanco de los ataques de las Fuerzas de Defensa ucranianas, en un esfuerzo por debilitar el control aéreo enemigo. Estos sistemas son esenciales para la detección de objetivos aéreos, la guía de misiles antiaéreos y el ajuste de fuego de artillería, lo que los convierte en objetivos prioritarios en el campo de batalla.

El radar "Nebo-U", una versión modernizada del modelo original 55Zh6, ha sido objeto de al menos dos ataques documentados por parte de Ucrania, asegura la web ucraniana Espreso. El 18 de enero de 2025, una estación perteneciente a la 90ª brigada de misiles antiaéreos rusa fue destruida, mientras que en septiembre de 2023 y abril de 2024, drones kamikaze del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) inutilizaron otras estaciones en las regiones de Kursk y Bryansk. Estas acciones afectan gravemente la capacidad de Rusia para monitorear el espacio aéreo ucraniano y dificultan sus operaciones militares.

El sistema Nebo-U, que entró en servicio en 2006, tiene la capacidad de detectar objetivos aerodinámicos como aviones y misiles de crucero, así como ojivas balísticas. Su alcance máximo de detección es de 700 kilómetros para objetivos grandes, aunque se reduce significativamente para aviones de combate a baja altitud, llegando a solo 65 kilómetros para aeronaves que vuelan a 500 metros.

En cuanto a su coste, el ejército ucraniano estima que cada sistema Nebo-M tiene un valor aproximado de 100 millones de dólares.

Además del Nebo-U, las Fuerzas de Defensa ucranianas han atacado otros modelos de la familia Nebo, como el Nebo-SVU, un radar de tres coordenadas utilizado por las fuerzas terrestres rusas. Aunque este sistema destaca por su capacidad de detectar aviones furtivos, su precisión se ve comprometida debido a errores en la medición de coordenadas y una menor eficacia a bajas altitudes.

La continua ofensiva contra las estaciones de radar rusas supone un duro golpe para las capacidades de vigilancia y defensa aérea de las fuerzas de ocupación, limitando su capacidad de respuesta y facilitando las operaciones aéreas ucranianas en la zona de combate.