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Mundo Curioso

'Que viene el Coco', pero peor: esta es la siniestra historia que le cuentan a los niños turcos para que no masquen chicle

Esta leyenda urbana es muy popular en Turquía, y se cuenta para asustar a los más pequeños

Chico comiendo chicle PIXABAY (GiselaFotografie)

Además de simplemente entretener, los cuentos y leyendas tradicionales que se transmiten de generación en generación han tenido siempre otra función importante: educar a los más pequeños y disuadirles de ciertos comportamientos inapropiados. En muchas ocasiones estas historias simples son el medio más eficaz de transmitir un mensaje positivo o una pequeña enseñanza general.

En España y otros países castellanohablantes existe la figura conocida como 'el Coco', que forma parte del folclore tradicional desde hace siglos, y se utiliza para intimidar a los niños cuando desobedecen las órdenes de los adultos. Cuando los más pequeños no quieren irse a la cama, por ejemplo, en algunos lugares es costumbre tararearles una canción cuyo estribillo dice '"Duérmete niño, duérmete ya, o vendrá el Coco y te llevará".

Existen otros monstruos o personajes siniestros a los que se alude internacionalmente, como 'El hombre del saco', 'Boogeyman' en Estados Unidos o 'Baba Yaga' en Rusia y otras naciones del ámbito exsoviético. En otras ocasiones, no es necesario siquiera recurrir a esta clase de quimeras, sino que se alude a posibles desgracias o sucesos paranormales si los niños persisten en conductas impropias.

Un grabado del siglo XVI representa el mito infantil de "El hombre del saco"Wikipedia

Quedarse estrábico de por vida si se cruzan mucho los ojos o mantener una mueca para siempre para siempre si sopla el viento mientras se hace son solo algunos ejemplos de la tradición castellana. Sin embargo, en uno de los países de Oriente Próximo, llevan esta tendencia al límite, y le cuentan a los más pequeños un cuento realmente funesto para que no usen demasiada goma de mascar.

'Que viene el Coco', pero peor: esta es la siniestra historia que le cuentan a los niños turcos para que no masquen chicle

En un país donde Oriente y Occidente se entrelazan en una rica mezcla de culturas, religiones y tradiciones milenarias, no es raro que algunas costumbres puedan desconcertar al visitante desprevenido. Tal es el caso de una curiosa creencia popular que ha llamado la atención de turistas y usuarios de redes sociales: en Turquía, mascar chicle por la noche es considerado un acto macabro. Aunque no existe ninguna ley que lo prohíba, muchos turcos lo evitan fervientemente después del anochecer, y no por razones de etiqueta o salud, sino por una superstición profundamente arraigada.

Según la creencia popular turca, si una persona masca chicle después de la caída del sol, esta se convierte en carne de muertos. Este mito proviene de una leyenda urbana antigua que ha llegado hasta nuestros días por transmisión oral, especialmente en las zonas más rurales de Turquía. Esta historia se le cuenta especialmente a los niños para desalentarles de masticar chicle por la noche.

Aunque la mayoría de los turcos jóvenes hoy en día no creen literalmente que el chicle se transmute en carne humana durante la noche, muchos aún se sienten incómodos masticando después del anochecer. Tal es el poder que causa la sugestión y el peso cultural de esta creencia que algunos comercios dejan de vender goma de mascar pasada cierta hora. En los barrios más tradicionales de Estambul cuesta incluso encontrar una tienda que venda chicles a medianoche.

Para los españoles, este cuento o historieta popular suele causarnos rechazo o desagrado, dada la imagen tan funesta que evoca. Cabría preguntarse, sin embargo, qué impresión tendría un turco de que amenacemos a nuestros hijos con que un señor les secuestrará si no se van a la cama a tiempo. Las supersticiones tantos siglos de tradición suelen provocarnos cierto choque debido a los episodios violentos o repulsivo.