Reino Unido

La 'regla de Jess': la iniciativa del Reino Unido para que los médicos escuchen más a los pacientes

La iniciativa recibe su nombre en honor a Jessica Brady, una joven que murió de cáncer tras acudir hasta en 20 ocasiones al centro de salud y ser mal diagnosticada

A patient exits an A&E ward at a hospital in London, Britain, 04 April 2024. According to the Office of National Statistics (ONS), figures indicate that some 9.7 million people in the UK are either waiting for a hospital appointment or awaiting treatment.
A patient exits an A&E ward at a hospital in London, Britain, 04 April 2024. According to the Office of National Statistics (ONS), figures indicate that some 9.7 million people in the UK are either waiting for a hospital appointment or awaiting treatment. ANDY RAINAgencia EFE

Reino Unido quiere cambiar su sistema sanitario para evitar una nueva tragedia. El NHS británico (National Health Service) ha lanzado la iniciativa 'Regla de Jessica', dirigida a los médicos de cabecera del país. Esta ha sido bautizada en honor a Jessica Brady, una joven que falleció a los 27 años tras acudir en más de 20 ocasiones al consultorio local, y haber sido diagnosticada erróneamente. Brady murió en 2020 por un cáncer de adenocarcinoma.

La regla de Jessica ha sido presentada por el Servicio Nacional de Salud de Inglaterra y el Real Colegio de Médicos de Familia, aunque comenzó a petición de la madre de la joven fallecida, Andrea Brady. Ha entrado en vigor este martes, e invita a los médicos de cabecera a adoptar el "enfoque de 3 strikes y repensar".

Es decir, si el paciente acude a tres citas y "no han podido ofrecer un diagnóstico fiable", o bien los síntomas han empeorado, la iniciativa pide a los sanitarios reconsiderar su decisión, con el fin de convertirlo en una práctica estándar en todo el país. Esto se podría traducir en el paso de consultas telefónicas a presenciales, la derivación a especialistas, solicitar pruebas adicionales, o una segunda opinión por parte de los profesionales sanitarios.

El secretario de Salud y Asistencia Social del Reino Unido, Wes Streeting, ha defendido que: "La seguridad del paciente debe ser la piedra angular del NHS, y la regla de Jessica garantizará que cada paciente reciba la tención exhaustiva, compasiva y segura que merece, al tiempo que apoya a nuestros médicos de cabecera".

Jessica Brady falleció a los seis meses

Fue en julio de 2020 cuando Jessica Brady contactó con su médico de cabecera al no encontrase bien. Las visitas al centro de salud se repitieron en los siguientes meses, ya que pese a ser diagnosticada con COVID persistente, la joven continuó experimentando dolor abdominal, tos, vómitos y pérdida de peso. Finalmente, la familia optó por concertar una cita privada, en la que determinaron que Jess padecía cáncer terminal de adenocarcinoma. Murió tres semanas después con 27 años.

La madre de la joven denunció que antes de fallecer, Jessica Brady había acudido al consultorio más de 20 veces. Durante este periodo contactó con más de seis médicos diferentes: "Debido a su edad, obviamente se consideró que no había nada malo", ha lamentado Andrea Brady. "Jess vivió solo tres semanas tras su diagnóstico de cáncer terminal. A pesar de su conmoción y devastación, demostró una valentía, positividad, dignidad y amor inquebrantables. Jess estaba decidida a que la gente comprendiera lo desesperadamente que había intentado defenderse y buscar una solución para su deteriorada salud", agregó Brady.