Rusia

Rusia ya tiene el Oréshnik: lo que se sabe del nuevo misil balístico hipersónico que preocupa a Europa

El presidente ruso ha confirmado el inicio de su producción a gran escala

Imagen de archivo de un misil ruso
Imagen de archivo de un misil ruso Europa Press

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, confirmó el pasado viernes la recepción del nuevo misil hipersónico Oréshnik por parte del Ejército ruso. Lo hizo durante una comparecencia conjunta con su homólogo bielorruso, Alexandr Lukashenko, en la isla de Valaam, en el noroeste del país.

Con este anuncio, Putin no solo dio por inaugurada la producción a gran escala del esperado sistema de misiles de alcance medio, sino que también confirmó que algunos de estos serán emplazados en Bielorrusia, previsiblemente a finales de este año o a comienzos de 2026. Lukashenko, uno de los aliados más estrechos del Kremlin, confirmó que en su país ya se están construyendo las infraestructuras necesarias para su despliegue. "Este año planeamos concluir las obras", afirmó en declaraciones recogidas por la televisión pública bielorrusa.

Aunque el desarrollo del Oréshnik ha sido mantenido en relativo secreto, se ha confirmado que Moscú ya ha probado el prototipo en condiciones reales. Una de las primeras pruebas documentadas fue un lanzamiento experimental contra una fábrica de misiles situada en la región ucraniana de Dnipro. En esa ocasión, el misil no llevaba carga explosiva.

¿Qué se sabe del Oréshnik?

En ocasiones anteriores, Putin ha elogiado públicamente las capacidades del Oréshnik, destacando su velocidad hipersónica. Según estimaciones no confirmadas oficialmente, podría alcanzar hasta Mach 10, es decir, entre 2,5 y 3 kilómetros por segundo, lo que lo haría extremadamente difícil de interceptar por los sistemas antiaéreos actuales.

El Oréshnik se enmarca en el esfuerzo del Kremlin por modernizar su arsenal estratégico con tecnología de nueva generación. Aunque no se han publicado especificaciones técnicas completas, se estima que su alcance operativo podría oscilar entre 500 y 5.500 kilómetros, lo que le permitiría alcanzar gran parte de Europa desde territorio ruso o bielorruso.

Por su parte, el jefe de las fuerzas de misiles de Rusia ha señalado que el Oréshnik -cuyo nombre significa literalmente "avellano"- estaría diseñado para portar tanto cargas convencionales como nucleares, ampliando así su utilidad estratégica en distintos escenarios. A pesar de estas afirmaciones, no se descarta que parte de sus capacidades hayan sido amplificadas con fines propagandísticos, como ha ocurrido en otras ocasiones con armamento ruso de última generación.

Con la entrada en servicio del Oréshnik, Rusia refuerza su apuesta por el armamento hipersónico como uno de los pilares fundamentales de su doctrina militar para las próximas décadas, en un contexto de creciente tensión con Occidente y con el conflicto en Ucrania aún abierto.