Política

Francia

Siete años para un divorcio a medias con Europa

El documento prevé el acceso al mercado europeo y estrecha cooperación en defensa y seguridad.

El peñón visto desde la Verja que separa la colonía británica de la Línea de la Concepción
El peñón visto desde la Verja que separa la colonía británica de la Línea de la Concepciónlarazon

El documento prevé el acceso al mercado europeo y estrecha cooperación en defensa y seguridad.

El Colegio de Comisarios se reunió ayer de manera extraordinaria para adoptar el texto sobre la relación futura. 26 páginas que pretenden sentar las bases del partenariado entre Reino Unido con el bloque europeo, una vez terminado el período de transición, en principio hasta diciembre de 2020. El embrión de unas negociaciones que se adivinan mucho más arduas y complicadas que las precedentes y en las que Reino Unido pretende no quedar relegado a un mero país tercero. Estos son algunos de los puntos más importantes.

Asociación flexible

La futura relación es definida como «ambiciosa, amplia, profunda y un partenariado flexible» en ámbitos como el comercio, cooperación económica, política exterior y, significativamente, seguridad y defensa.

Mercado común

Se reafirma que las cuatro libertades del mercado común son indivisibles (personas, mercancías, capitales y servicios). Esto cierra la puerta a May a conseguir la libre circulación de mercancías sin tener que asumir el coste del resto de las libertades. El punto 17 asegura que el futuro partenariado deberá estar basado en un área de comercio libre (lo que implica cero aranceles y cuotas, pero no libre circulación de bienes) y una cooperación sectorial amplía.

Derechos de los ciudadanos

Un punto que afecta a millones de ciudadanos. Las dos partes se comprometen a que no sean necesarios los visados para estancias de corta duración. Los acuerdos sobre movilidad de personas en el continente se basarán en la no discriminación y la reciprocidad.

Irlanda del Norte

Las dos partes muestran su «determinación» de «reemplazar» la solución de emergencia dada a Irlanda (la famosa «backstop») a través de un acuerdo que establezca opciones alternativas para evitar de manera permanente la vuelta de una frontera dura en el Ulster entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda.

Servicios financieros

Las dos partes tendrán marcos equivalentes que les permitan un reconocimiento mutuo en vigilancia y supervisión y mantener la profunda relación que existe entre la zona euro y Londres, sede de la City. Los procesos de equivalencia deben estar basados en la trasnparencia y la estabilidad. En el texto no hay ninguna mención específica al mantenimiento del pasaporte financiero para las entidades británicas.

Derecho a la pesca

Es uno de los puntos más polémicos para un grupo de países capitaneados por Francia. El texto resulta bastante vago, ya que apela a un acuerdo futuro que establezca el acceso a las aguas y las cuotas. Se establece como fecha límite para este acuerdo el 1 de julio de 2020. Este grupo de países pretendía asegurar en este texto el acceso de los pescadores comunitarios a las aguas territoriales británicas.

Tribunal de Justicia europeo

Al igual que queda establecido en el borrador del acuerdo de salida, habrá un comité conjunto que dirima los conflictos. Si este organismo no llega a un acuerdo para resolver la disputa, se convocará un panel de árbitros cuyas decisiones serán vinculantes. En las cuestiones que afecten al derecho comunitario, el Tribunal de Justicia de la UE tendrá la última palabra. Si una de las partes no cumple con las resoluciones vinculantes en un período «razonable» de tiempo, la otra podrá pedir compensaciones económica o dejar de cumplir sus obligaciones en el marco de la relación futura. La proporcionalidad de estas medidas puede ser analizada por el panel de arbitraje.