Política comercial
Stéphane Séjourné, vicepresidente de Industria de la UE: "Es necesario ser más inteligentes en la relación con China"
El comisario europeo ha hecho balance de la creciente presencia de fábricas chinas en España y la relación comercial de la UE con el gigante asiático
La Unión Europea no pierde de vista a China. Así lo ha constatado el vicepresidente Ejecutivo de Prosperidad y Estrategia Industrial de la Comisión Europea, Stéphane Séjourné. Durante un encuentro con medios españoles -en el que estuvo presente LA RAZÓN- el comisario se refirió a la necesidad de redefinir los vínculos con el gigante asiático, al considerar que "se encuentra en medio de la nada".
"Es necesario ser mucho más inteligentes en la relación con China", declaró Séjourné, quien apuesta por una revisión de los acuerdos con Pekín, y descarta mantener de los aranceles mutuos. Las declaraciones del exministro francés fueron previas al último giro del presidente estadounidense, Donald Trump, quien según ha informado el 'Financial Times', habría solicitado a la UE la imposición de tasas de hasta el 100% a India y China, de cara a aumentar la presión contra Rusia para la firma de un alto el fuego.
Si bien parece improbable que los 27 accedan a las demandas de Trump, lo cierto es que las relaciones comerciales con el gigante asiático no pasan por su mejor momento. A principios de mes, el Ministerio de Comercio de China anunció la imposición de aranceles temporales de hasta el 62% a productos porcinos y derivados con sello europeo, en el marco de la investigación sobre las tasas comunitarias a los vehículos eléctricos chinos.
En este sentido, Séjourné aclara que su visión en el ámbito industrial se centra en la transferencia de competencias, o la imposición de obligaciones de producción a las factorías asiáticas, para hacer funcionar a las empresas europeas. El comisario pone como ejemplo la exigencia a los productores de vehículos chinos de utilizar un porcentaje de componentes europeos en el montaje.
Stéphane Séjourné: "No es un buen modelo"
"La solución no pasa por mantener los aranceles, pero tampoco porque haya (...) una fábrica a las afueras de Barcelona en la que se ensamble un coche con todos los componentes chinos: eso genera empleo de baja calidad y no supone ningún valor añadido a la industria europea", insiste.
En los últimos años, empresas chinas de sectores tan diversos como el textil o automovilístico han optado por instalar sus fábricas en España, entre otros motivos, para reducir los elevados costes de transporte, aprovechar la ubicación estratégica de la península, o beneficiarse de la calidad de sus infraestructuras. No obstante, Séjourné no se muestra convencido: "El modelo que vemos en España a menudo no es un buen modelo, no da crecimiento a nuestras empresas en términos de producción", agrega.
Desde la Comisión Europea llevan tiempo exigiendo un cambio de postura por parte de China. La presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, ha incidido en la necesidad de lograr una "relación equilibrada" con Pekín. En este sentido, desde Bruselas reclaman un mercado justo, ajeno a distorsiones económicas, y con acceso recíproco para las empresas europeas en el mercado chino, en sectores como la carne, los cosméticos y productos farmacéuticos.