Política

Acoso sexual

Trabajadores del Parlamento Europeo publican sus historias de acoso sexual

Lanzan un blog en el que explican sin nombres de víctimas ni perpetradores algunas historias de acoso sexual en la Eurocámara

En el blog, además de publicarse los testimonios anónimos se dan consejos sobre cómo actuar si se sufre acoso sexual
En el blog, además de publicarse los testimonios anónimos se dan consejos sobre cómo actuar si se sufre acoso sexuallarazon

El grupo de trabajadores del Parlamento Europeo «MetooEP» lanzó hoy un blog de internet en el que explican sin nombres de víctimas ni perpetradores algunas historias de acoso sexual en la Eurocámara.

El grupo de trabajadores del Parlamento Europeo «MetooEP» lanzó hoy un blog de internet en el que explican sin nombres de víctimas ni perpetradores algunas historias de acoso sexual en la Eurocámara.

Es la respuesta de este colectivo al «sistema insuficiente de protección a la víctima» y gestión de las denuncias en la institución, denunciaron media docena de asistentes parlamentarios de distinta nacionalidad y grupos políticos en rueda de prensa.

La asesora parlamentaria francesa Jeanne Ponte mostró una pequeña libreta floreada en la que, explicó, empezó a escribir las historias de acoso sexual anónimas que ahora irán subiendo poco a poco al blog.

«No existe oficialmente ni una denuncia de acoso sexual en el Parlamento Europeo. Obviamente no es que esto sea un oasis sin acoso alejado del resto de la sociedad, es que el sistema no funciona y las víctimas no se sienten protegidas como para denunciar», explicó la asistente española Arantxa Calvera.

Más allá, señalaron que por las circunstancias del entorno laboral, una institución con 7.000 trabajadores, tres sedes, misiones de semanas enteras fuera de casa, «se dan las condiciones para que pueda pasar y el Parlamento Europeo debería poner en marcha medidas efectivas para que no pase y que si pasa las víctimas se sientan que pueden denunciar».

El grupo explicó que en muchos casos, tal y como señalan muchas historias del blog, el acoso es entre eurodiputado y asistente o becario, por lo que existe «una relación de poder» entre víctima y perpretrador, que añade dificultad a la denuncia porque «cómo denunciar a quien puede echarte del trabajo».

Tanto Calvera como la también asistente parlamentaria española Amelia Martínez Lobo afirmaron tras la rueda de prensa a un grupo de periodistas que los eurodiputados disfrutan de «impunidad absoluta» y que a menudo se disculpan ante determinados comportamientos con argumentos como que «es su cultura» o «es una broma».

Lamentaron que los eurodiputados «se protejan entre ellos» y explicaron que quienes perpetran el acoso «no se sienten cohibidos para cambiar de actitud porque saben que no afectará a su carrera pues la víctima no dirá nada».

«Queremos cuestionar las estructuras de poder en su conjunto», añadió Martínez Lobo, que dijo que el Parlamento Europeo «no es un entorno seguro para las mujeres del mismo modo que tampoco lo es el resto de la sociedad».

Calvera explicó que en el mes de marzo pudieron reunirse con el presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani, y que se han dirigido al conjunto de los eurodiputados pero que «nada ha cambiado».

«Se sigue adelante solo con determinadas medidas, pero no más allá de la hoja de ruta que ya tenían en mente desde el principio», añadió.

Para combatir de manera eficaz el acoso y abuso sexual en el PE solicitan medias como una evaluación externa del funcionamiento de los dos comités de acoso del Parlamento Europeo llevada a cabo por expertos independientes, así como una «ventanilla única» que se ocupe de las quejas sobre acoso sexual compuesta por expertos independientes, incluidos médicos y abogados.

En el blog, además de publicarse los testimonios anónimos, tanto de hombres como de mujeres, se dan consejos sobre cómo actuar si se sufre acoso sexual y se ofrece la opción de denunciar un caso de forma anónima.

Varias de las historias recogidas en el blog hacen referencia a cenas a las que los becarios o asistentes son invitados en Estrasburgo o a proposiciones fuera de lugar en ascensores y despachos. EFE