Historias
La travesía diaria de un padre: siete años cruzando el mar para que sus hijos estudien
El sacrificio tiene recompensa en sus resultados académicos
En una remota zona de Malasia, Jamaludin Musa realiza desde hace siete años una travesía poco común para garantizar que sus hijos puedan asistir a la escuela. La familia vive en Kampung Salang, en la isla de Pulau Tioman, donde no hay centros educativos cercanos. Frente a la alternativa terrestre —un trayecto de hasta cuatro horas atravesando selvas, cuestas y terrenos potencialmente peligrosos— optan por cruzar el mar a diario, cuenta el Diario NY
El día comienza muy temprano: a las 6:30 a.m., la madre, Rozalia Bodi, prepara a los niños, Armin (11 años) y Aida Izabella (8), quienes primero se desplazan en moto hasta el embarcadero. Allí los recoge Jamaludin en barco, que los lleva en unos 10–15 minutos —aunque el trayecto puede alargarse según el clima— hasta otra orilla. Desde allí toman una moto nuevamente hasta el colegio Sekolah Kebangsaan Tekek.
Al terminar su jornada escolar, los niños siguen la misma ruta inversa para volver a casa: otra vez en moto, embarcación y finalmente moto. “Así que usamos tres medios de transporte cada día”, explicaban para el Diario Ny, orgulloso de que esta rutina permita a sus hijos recibir una educación adecuada sin poner en riesgo su seguridad ni perder tiempo.
El sacrificio diario ha dado resultados visibles: Armin y Aida no solo mantienen un buen rendimiento académico, sino que también destacan en actividades deportivas. Consciente de los riesgos que conlleva el mar, Jamaludin incluso ha enseñado a sus hijos nociones básicas de navegación: sabe que si hay alguna emergencia, ellos estarán preparados.