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Guerra en Ucrania

Las tropas rusas liquidan a una familia entera en Donetsk

Rusia detiene a dos de sus soldados involucrados en la matanza de nueve ucranianos en la ciudad ocupada de Volnovaja

Las autoridades prorrusas de Donetsk investigan el asesinato por disparos de nueve civiles, dos de ellos niños EUROPAPRESS

El brutal asesinato de una familia de nueve miembros mientras dormía en su casa subraya el peligro continuo que enfrentan los ucranianos en los territorios ocupados por Rusia, donde el Estado de derecho ha sido reemplazado por «el imperio de una ametralladora» bajo las autoridades de ocupación. Se está llevando a cabo una investigación sobre el asesinato de nueve personas que fueron asesinadas a tiros el viernes en la ciudad de Volnovaja, en la región de Donetsk. «Según datos preliminares, los ocupantes mataron a toda la familia Kapkanets, que estaba celebrando un cumpleaños y se negó a ceder su casa a los ocupantes», afirmó el defensor del pueblo ucraniano, Dmitro Lubinets.

Entre las víctimas se encuentran tres mujeres y dos niños, Mikita, de 5 años, y Nastia, de 9. Las imágenes de la matanza, publicadas por la Fiscalía General en Donetsk, muestran a las víctimas acostadas en sus camas con sangre salpicada en las paredes. Tienen múltiples heridas en la cabeza y el torso. Algunos se abrazan. Dormían cuando los mataron, afirman los investigadores.

«Fue una operación de liquidación evidente: los nueve cuerpos recibieron disparos y la mayoría de los impactos fueron en la cabeza», señaló Petro Andryushchenko, asesor del alcalde de Mariupol.

Según los vecinos, no ha desaparecido ningún objeto de valor de la casa. Aún se pueden ver en las mismas habitaciones donde están los cadáveres las flores que recibió su propietaria, Natalia Kapkanets, por su cumpleaños.

Los vecinos también han señalado que soldados rusos uniformados y armados habían visitado la casa de la familia antes. Ordenaron a los propietarios que la abandonaran para que los militares rusos pudieran usarla como su propio alojamiento. Después de que la familia Kapkanets se negara, los soldados supuestamente amenazaron a la familia con represalias y se marcharon. Volvieron por la noche. Nadie escuchó los disparos. Sólo después de que sus familiares dieron la alarma, se encontraron los cadáveres.

Las autoridades rusas confirmaron que el asesinato ocurrió y arrestaron a dos soldados bajo sospecha de haberlo cometido. Ambos son del Lejano Oriente y sirven como voluntarios en el Ejército ruso. Según diversas fuentes, los soldados querían vengar lo que consideraron insultos por parte de varios miembros de la familia.

Los casos de ocupación forzosa de viviendas privadas por parte de soldados rusos no son raros en múltiples zonas ucranianas bajo control ruso, incluida la ciudad de Volnovaja, que fue capturada por Rusia en marzo de 2022.

«Si les gusta una casa, los rusos echan a los habitantes y se mudan ellos mismos. Se mudan a casas vacías y, si no las hay, encuentran la más mínima excusa para desalojar a los propietarios», explicó Ivan Lubinets, jefe de la administración local, al medio Suspilne.Donbas.

Según él, en la ciudad quedan unos 2.500 habitantes de los 30.000 que vivían allí antes de la invasión rusa. «Sólo se quedan allí aquellos que no tienen recursos para salir», informó Lubinets. Algunos están demasiado débiles para irse, mientras que otros se quedan para cuidarlos. Otros intentan adaptarse lo mejor que pueden, mientras que muchos esperan la paz y un eventual regreso bajo control ucraniano, no dispuestos a dejar sus hogares desprotegidos ante los soldados rusos.

«Los rusos lo llaman ‘protección de la población rusoparlante de Donbás’», escribe sobre el asesinato Oleg Baturin, un periodista ucraniano que vigila la situación en las zonas ocupadas. «Las fotos de Volnovaja no se diferencian de las de esos asentamientos en Israel, donde Hamás irrumpió en las casas de la misma manera y disparó a familias enteras con niños», escribe su colega Denys Kazanski.

Según Kazanski, existe «una total ausencia del Estado de derecho» en la zona. «¿Qué puedes hacer cuando ellos tienen armas y tú no? ¿A quién recurres?», pregunta Denis, un residente de los territorios ocupados que recientemente logró salir de allí. Se lanzan amenazas contra quienes se niegan a renunciar a sus pasaportes ucranianos y solicitar la ciudadanía rusa. Un decreto firmado por Vladimir Putin permite la eventual deportación de esas personas de sus hogares. En algunas zonas se les niegan servicios médicos, como el acceso a la insulina. Al mismo tiempo, los niños se ven obligados a asistir a escuelas donde se les alimenta con propaganda rusa. Se les militariza y prepara para convertirse en combatientes del Ejército ruso.

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