Guerra comercial

Trump cierra un acuerdo comercial con Corea del Sur, tensa lazos con India y avanza con China

Por el momento, Washington ha logrado renegociar hasta 11 acuerdos comerciales

PEK10. BOGOTÁ (COLOMBIA), 29/07/2025.- Fotografía de archivo fechada el 09 de noviembre de 2017 del presidente de Estados Unidos, Donald Trump (d), asistiendo a una cena de gala ofrecida por su homólogo de China, Xi Jinping (i), en el Gran Palacio del Pueblo en Pekín (China). Estados Unidos y China cerraron este martes en Estocolmo su tercera ronda de negociaciones arancelarias sin un acuerdo, pero con la voluntad de extender la actual tregua, que expira el 12 de agosto y sobre la que el pres...
Fotografía de archivo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asistiendo a una cena de gala ofrecida por su homólogo de China, Xi Jinping en 2017THOMAS PETER / POOLAgencia EFE

El presidente estadounidense, Donald Trump, ha cerrado un acuerdo comercial de última hora con Corea del Sur, esquivando por los pelos el plazo del 1 de agosto, cuando una batería de aranceles amenaza con golpear las importaciones globales. Este trato, que rebaja los gravámenes surcoreanos al 15% y atrae 350 mil millones de dólares en inversiones a Estados Unidos, es un tanto en la cancha de Trump.

Entretanto, el magnate estadounidense inyectó una dosis de cautela optimista al declarar que las negociaciones con Pekín para un acuerdo "avanzan con solidez". Desde la Casa Blanca, vaticinó una entente "equitativa" que podría reconfigurar el comercio entre las dos superpotencias, aunque omitió confirmar si se prorrogará la tregua.

El anuncio llegó como un relámpago en la noche del miércoles. Fiel a su estilo, Trump lo proclamó en Truth Social, su megáfono digital, destacando que Seúl pagará un gravamen del 15% en lugar del 25% que comenzaría a regir este viernes. Pero la joya de la corona son los 350 mil millones de dólares en inversiones surcoreanas en sectores clave como construcción naval, semiconductores, biotecnología y energía, además de una compra de 100 mil millones en energía norteamericana.

El foco en los astilleros no es menor. Corea del Sur, que solo es superada por la segunda economía mundial en construcción naval, destinará 150 mil millones para revitalizar una industria estadounidense que lleva años en declive. "Hemos despejado un obstáculo crítico", celebró el presidente surcoreano Lee Jae Myung, destacando que el convenio da estabilidad a sus exportaciones y los pone a la par de gigantes como Japón. Este desenlace, aunque es un esbozo que podría tardar años en concretarse, eleva a 11 los acuerdos comerciales renegociados por Washington con sus principales socios desde abril.

India, el mercado proteccionista por excelencia

Si con Corea del Sur hubo vítores, con India el ambiente está enrarecido. Visiblemente molesto, Trump descargó contra el "descomunal déficit comercial" y las compras indias de armamento y energía rusos. Su respuesta: un arancel del 25% a partir del viernes, más una "penalización" que aún no detalla. Este mazazo llega tras meses de negociaciones que parecían estar a punto de fructificar, pero que se estrellaron contra un muro de desacuerdos. Con una tarifa promedio del 17% en 2023, según la Organización Mundial del Comercio, India es un mercado proteccionista por excelencia.

Las discusiones se enredaron en temas espinosos: desde los lácteos, donde India veta productos de vacas alimentadas con subproductos animales, hasta las reglas sobre cultivos transgénicos, que Washington quiere flexibilizar. A pesar de concesiones iniciales, como rebajas arancelarias en autos y electrónicos, el giro de Trump hacia Pakistán, con quien cerró un acuerdo petrolero, ha tensado las cosas. La oposición india no perdió tiempo y acusó a Narendra Modi de un "descalabro diplomático" que pone en jaque sectores clave como farmacéuticos y smartphones, vitales para su economía.

Un trato "justo" para China

Mientras tanto, con China la estrategia es más contenida. Desde la Casa Blanca, se afirmó que las negociaciones con el gigante asiático para alcanzar un acuerdo "van por buen camino", y prometió un trato "justo" que beneficie a las dos partes. Sin embargo, el hermetismo al no confirmar una extensión del cese de aranceles, que expira el 12 de agosto, mantiene a los mercados en ascuas.

Las conversaciones celebradas en Estocolmo, Suecia, marcaron la tercera ronda de diálogos de alto nivel entre las dos mayores economías del mundo. Fuentes cercanas a las negociaciones, citadas por el South China Morning Post, anticiparon una prórroga de tres meses en la pausa arancelaria. No obstante, Trump evitó precisar si sellará este respiro temporal, dejando abierta la puerta a especulaciones.

El contexto no podría ser más crítico. Los aranceles mutuos han impactado sectores clave, desde la tecnología hasta la agricultura, afectando cadenas de suministro y precios globales. Un acuerdo, aunque sea parcial, podría estabilizar los mercados y ofrecer certidumbre a los inversores. Sin embargo, la falta de detalles concretos genera incertidumbre sobre si esta será esta la antesala de un pacto duradero o un nuevo capítulo en la contienda de marras.

Fiel a su estilo, Trump trata de proyectar confianza. "Estamos en sintonía con China", aseguró antes de abandonar una ceremonia de firma de leyes. Pero en un escenario donde cada movimiento es escrutado, analistas advierten que cualquier paso en falso podría reavivar las hostilidades económicas.

En un intento por sentar las bases para una distensión duradera, al parecer Trump evalúa viajar a China antes de la cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), programada del 30 de octubre al 1 de noviembre en Corea del Sur, o reunirse con Xi Jinping al margen de este foro, según reveló recientemente el South China Morning Post citando fuentes confiables.

La baza diplomática de Trump

El controvertido líder republicano no solo juega con aranceles; también mueve fichas diplomáticas. Ha usado la amenaza de retirar tropas de Corea del Sur y Europa como palanca en las negociaciones, mientras presume de mediar en conflictos como el de India y Pakistán, aunque Nueva Delhi lo niega tajante. El acuerdo petrolero con Pakistán, anunciado sin detalles, añade más intriga mientras las alianzas se tambalean.

En India, la crisis podría ser un punto de inflexión. Expertos ven una oportunidad para liberalizar su economía, pero las pequeñas empresas, que sostienen millones de empleos, temen no sobrevivir a la competencia global. Mientras, las cadenas de suministro se preparan para el impacto, con advertencias del Servicio Postal de Estados Unidos sobre nuevos gravámenes a bienes de bajo valor.

Así pues, el pacto con Seúl supone una victoria táctica que refuerza la imagen de Trump como maestro del regateo. Pero el portazo a India y la incierta tregua con el régimen de Xi Jinping muestran que su estrategia es un arma de doble filo. Con las tarifas a punto de entrar en vigor, los consumidores sentirán el pinchazo, y las empresas ajustan sus planes en un clima incierto.