Bruselas

Tusk advierte del riesgo real de ruptura con Reino Unido

Cameron viaja a París para tratar de convencer a Hollande, uno de los líderes europeos más críticos con las concesiones ofrecidas a Londres

El presidente francés, François Hollande, recibe al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, a su llegada al Palacio del Elíseo en París
El presidente francés, François Hollande, recibe al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, a su llegada al Palacio del Elíseo en Paríslarazon

Cameron viaja a París para tratar de convencer a Hollande, uno de los líderes europeos más críticos con las concesiones ofrecidas a Londres

La permanencia de Reino Unido en la Unión Europea pende de un hilo. Las negociaciones sobre las demandas de reforma planteadas por Londres están en un «momento crítico» y el riesgo de ruptura «es real». Así lo advirtió ayer el presidente del Consejo de la UE, Donald Tusk, tras mantener conversaciones con los presidentes de Rumanía y Francia de cara a la cumbre clave que comienza el jueves. «Es natural que las posiciones se endurezcan a medida que nos acercamos a la hora de la verdad. Pero el riesgo de ruptura es real, ya que este proceso es muy frágil. Hay que manejarlo con cuidado y tener en cuenta que lo que se rompe no se puede reparar», manifestó Tusk.

Lo cierto es que la recta final para alcanzar el ansiado pacto está siendo muy intensa. Todos los líderes de la UE deberán llegar a un acuerdo para evitar el temido «Brexit». La posición de Alemania y Francia será clave. Mientras que Angela Merkel está actuando como gran mediadora, François Hollande se muestra muy reticente a crear una «Europa a la carta» y quedar ante su propio electorado como un sumiso a las exigencias de Downing Street. Con el objetivo de limar asperezas, el «premier» David Cameron se desplazó ayer a París. No hubo rueda de prensa conjunta, pero, según los medios, Hollande se niega a que Londres tenga poder de veto ante las políticas que afectan sólo a los países de la zona euro. Pese a que el primer ministro británico quiere garantizar una serie de salvaguardas para que los Estados miembros que no comparten la moneda única no se vean afectados por determinadas medidas, Hollande no está dispuesto a firmar nada que ponga en riesgo el Mercado Común.

Aunque no es éste el único obstáculo para el «premier». La inmigración sigue siendo el asunto que más preocupa en la calle y, en este sentido, Cameron mantendrá hoy reuniones bilaterales con los líderes de los grupos políticos del Parlamento Europeo para garantizarse su apoyo ante el llamado «freno de emergencia».

Se trata de uno de los puntos más complejos de las negociaciones. El mecanismo busca limitar el acceso de los trabajadores comunitarios a los beneficios sociales que concede Reino Unido. En un principio, Londres quería una restricción total. Sin embargo, la alternativa que ofrece Bruselas es que el acceso a estas pagas sociales sea gradual desde el momento que firman un contrato de trabajo y hasta un máximo de cuatro años. Lo que aún no se ha decidido, y es algo que tendrán que abordar los mandatarios durante la cumbre europea, es durante cuánto tiempo se permitirá a Reino Unido acogerse a esta medida. Uno de los borradores de la propuesta establece que sólo los países que «no han recurrido a periodos transitorios» para imponer restricciones al libre movimiento de trabajadores de los socios comunitarios que entraron en la UE en 2007 (Rumanía y Bulgaria) y en 2013 (Croacia) pueden activar el freno.

Con todo, no será hasta el miércoles por la noche cuando se publique el borrador final del texto que deberán debatir los Veintiocho. En caso de que finalmente se logre el pacto, Cameron se reunirá el viernes con su Gabinete tras recibir presiones por parte de los ministros partidarios de abandonar el bloque. Los euroescépticos advierten de que si el primer ministro retrasará esa reunión hasta el lunes de la próxima semana, se estaría dando a los partidarios de la permanencia una ventaja injusta para empezar la campaña previa al plebiscito. Downing Street recalcó ayer que ningún ministro puede pronunciarse hasta que el Gabinete se haya reunido a fin de consensuar la posición oficial del Gobierno. Será especialmente significativa la postura que adopte Boris Jonhson, alcalde de Londres y uno de los favoritos para suceder a Cameron como líder del Partido Conservador. Aunque también será clave la posición que adopten otros pesos pesados del partido.

A favor del acuerdo

- Alemania

Merkel encabeza el grupo que defiende el borrador de Tusk. Quiere que Londres se quede en la UE.

- Dinamarca

Apoya con fervor el freno al acceso a los beneficios sociales de los ciudadanos comunitarios.

- Países Bajos

Considera que la oferta a Reino Unido es equilibrada y que no afecta al proceso de integración de la UE.

- España

Aunque mantiene sus reservas en ciertos aspectos, el Gobierno español valora positivamente el texto.

En contra de las cesiones

- Francia

Rechaza la «injerencia» de países ajenos a la eurozona en las decisiones comunitarias. Defiende el principios de libertad de movimiento.

- Polonia

Los inmigrantes polacos suponen el segundo colectivo extranjero en Reino Unido, por detrás sólo de los indios.

- Hungría

Junto a la República Checa y Eslovaquia, ha advertido a las autoridades europeas de que no apoyará el fin de los subsidios a los inmigrantes comunitarios.