Contraofensiva
Ucrania reconquista siete aldeas en Donetsk y Zaporiyia
Putin amenaza con invadir más territorio ucraniano para "defender la frontera rusa"
Kyiv está empezando a poner toda la carne en el asador para intentar romper diversos puntos clave a lo largo del frente de más de 1.000 kilómetros fortificado por las tropas rusas, donde se cree que el Kremlin tienen apostados entre 350.000 y 450.000 hombres.
De momento, el ejército ucraniano ha informado sobre tres ejes principales de ataque: el frente alrededor de Bajmut, en el Donbás; el cercano a Dnipro, situado al sur de Zaporiya y más concretamente en el área al sur de Mala Tokmachka, cuyo objetivo sería avanzar hacia Melitopol. Y, finalmente, el eje de Velyka Novosilka, donde se ha concentrado parte del grueso de las unidades comandadas por Zelenski y en el que, hasta ahora, se han producido los mayores avances. El objetivo final de este es reconquistar la ciudad de Mariupol.
Por ello, es evidente que el ataque ucraniano piensa poner todo su peso inicial en intentar romper las líneas rusas en el frente sur en Zaporiyia, donde el ejército de Kyiv anunció ayer la recuperación de siete aldeas que estaban en manos de las tropas del Kremlin. «Las tropas han avanzado alrededor de 6,5 km y han conseguido reconquistar unos 90 km cuadrados de terreno a lo largo de un tramo de 100 km de la línea del frente sur», según aseguró la viceministra de Defensa, Hanna Maliar.
Sin embargo, esta solo es «la primera fase de la maniobra ucraniana, por lo que todavía no hemos visto la mayor parte de las nuevas unidades en acción. En la región de Velyka Novosilka, se están desplegando unidades reequipadas y reforzadas, pero no nuevas brigadas de asalto. En el mejor de los casos, solo tres de las 12 nuevas brigadas están actualmente en el frente», según informó Philippe Gros, investigador sénior del grupo de expertos francés sobre seguridad y defensa, Foundation for Strategic Research (FRS). Por otro lado, para que los planes de Kyiv lleguen a buen término, el ejército ucraniano todavía tiene que superar su grave problema de falta de aviones de combate que cubran el avance de los tanques y los blindados, a la espera de que Occidente proporcione los tan esperados aviones F-16. Por su parte, la superioridad aérea de Rusia se ha hecho patente en el sector de Orikhiv, donde Kyiv ha sufrido el primer revés militar.
Algo que ha sido enfatizado por el Kremlin, a pesar de que, según el Ministerio de Defensa ucraniano, este todavía no ha destinado grandes cantidades de tanques a esa parte de la línea del frente. «Cuando veamos grandes formaciones blindadas unirse al asalto, creo que sabremos que el ataque principal realmente ha comenzado», según aseguró Ben Hodges, un ex general del ejército de EEUU especial en el país.
La primera baja notable de la contraofensiva es el general de división ruso Sergei Goryachev, jefe del Estado Mayor del 35º Ejército, que ha sido abatido por las fuerzas ucranianas en el frente sur, según informó Vladimir Rogov, uno de los funcionarios encargados de la Administración rusa en Zaporiyia. Mientras, el ejército de Putin sigue con su táctica de terror contra la población civil.
«Al menos tres civiles murieron y otros 13 resultaron heridos después de un ataque con misiles en la ciudad de Odesa», según informó ayer el Comando Operativo Sur del ejército ucraniano.
Y, al noroeste de Jersón, al menos 11 personas murieron durante la noche del martes cuando un bombardeo ruso golpeó diversas áreas residenciales en Krivyi Rih, la ciudad natal del presidente ucraniano, Volodymyr Zelenski, así como es uno de los centros mineros y metalúrgicos más importantes del país. El jefe saliente de la OTAN, Jens Stoltenberg, se mostró ayer confiado en la capacidad ofensiva del ejército ucraniano durante una reunión en la Casa Blanca con el presidente norteamericano, Joe Biden: «el apoyo que estamos brindando juntos a Ucrania ahora está marcando la diferencia en el campo de batalla», indicó.
«Cuanta más tierra ganen, más probable es que el presidente Putin entienda que tiene que sentarse a la mesa de negociaciones y acordar una paz justa y duradera», según declaró a la CNN. Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, amenazó el martes con ordenar a sus tropas apoderarse de más territorio en Ucrania para proteger la frontera rusa.
Asimismo, el líder ruso aseguró que la incipiente contraofensiva «no ha tenido éxito», según aseguró durante un discurso televisado. Además, informó de que «Ucrania ha perdido 160 tanques y más de 360 otros vehículos blindados, mientras que Rusia solo ha perdido 54 tanques desde que comenzó el nuevo asalto». Unos datos que, por otro lado, ninguna organización internacional independiente ha podido verificar. De esta manera, Rusia se niega a reconocer ninguna ganancia territorial ucraniana, motivo por el que el jefe del Kremlin arguyó que, «de momento, no veo la necesidad de una nueva movilización de combatientes para enfrentar la contraofensiva lanzada la semana pasada».
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