África

Ginebra

Un conflicto transnacional

La Razón
La RazónLa Razón

El Ejército iraquí ha anunciado una ofensiva contra Al Qaeda. ¿A qué tipo de conflicto se enfrenta?

–Puede decirse que la guerra civil total en Irak comenzó justo hace una semana con el asalto al campamento suní de Ramadi por parte del Ejército de Maliki. La naturaleza del conflicto no es de carácter terrorista, por el uso de coches bomba, sino que se empiezan a registrar combates. Los milicianos suníes, de la órbita de Al Qaeda, han tomado el control de la parte occidental de Irak. Son suníes salafistas que están conectados con los suníes de Siria y los de Jordania. O sea, que el componente sectorial comunitario supera al nacional. No estamos en una guerra por el control de Irak, Siria o Jordania, sino por el establecimiento de un un emirato islámico o «califato» de carácter suní. Puede que la situación sea reversible, ya que los chiíes, llamados aquí el Ejército iraquí –financiado por Estados Unidos– pueden todavía ganar. Pero ya no importa. Irak está enfrascado plenamente en una guerra civil. Lamentablemente, considero que el conflicto seguirá durante muchos años y que será peor todavía que Siria. ¿Hasta qué punto conflictos en Oriente Medio son de carácter transnacional o se limitan a una guerra entre suníes y chiíes?

–El enfrentamiento es tan intenso que puede decirse que los países de la zona van desdibujándose en medio de este conflicto fraticida. Líbano, Siria, Irak, parte de Turquía hasta países del Norte de África como Libia o Túnez. Todos están amenazados por una serie de tribus salafistas. Tampoco hay que olvidarse del Estado fallido de Yemen. El componente nacional muere en pro del islámico. ¿Puede aventurarse una vuelta atrás?

–Sin duda. Oriente Medio vuelve hoy al año 1904, hace cien años, antes del nacionalismo. El imperio otomano suní congeló durante muchos años la tensión con los chiíes, pero esta tensión tiene ya 1.300 años. Cuando los estados naciones mueren, todo estalla nuevamente. El espacio suní salafista, parte en Siria y parte en Irak y noreste de Jordania se levantan en armas. Por eso es sólo cuestión de tiempo hasta que caiga también Jordania. Todo arde en Oriente Medio. Los conflictos se han multiplicado.

¿Existe una intervención extranjera viable?, ¿puede respaldarse a alguna facción?

–En mi opinión, ambos bandos son lo mismo y, si cabe el término, los calificaría de peligrosos. Pero está claro que Estados Unidos apoya a los chiíes. Kerry también dijo que Irán puede ayudar en cuanto a la conferencia de Ginebra sobre el tema de la guerra en Siria. Han hecho un giro de 180 grados. Recordemos que el primer ministro de Irak, Al Maliki, chií, apoya a Asad. Washington parece ahora del bando chií y eso enloquece a los suníes.

¿Ha desconectado Estados Unidos de Oriente Medio?

–Pienso que el problema es que se identifica con una facción. No tendría que intervenir. Lo que está sucediendo es una guerra fraticida de carácter transnacional que durará otros 1.300 años. Estados Unidos actúa en forma de zig zag. Hace tres meses querían derrocar a Asad y ahora apoyan a los chiíes que lo apoyan a él. Su política no es clara y coloca a todos sus aliados en una situación embarazosa. Sobre Irak, Estados Unidos dijo que les venderán misiles a Al Maliki para combatir el terrorismo. ¿Desde cuándo se combate así al terrorismo?

l ¿Quiénes están en una posición de ventaja?

–No se puede decir. Es una guerra de desgaste. Es un estancamiento que cada vez irá a peor.