Política

República Checa

Un escándalo de corrupción derriba al Gobierno checo

Necas en una imagen del pasado mayo
Necas en una imagen del pasado mayolarazon

En la cuerda floja tras la detención el jueves de su jefa de gabinete, el primer ministro checo ha tirado la toalla. Tras una reunión de la directiva del Partido Democrático Cívico (ODS), el conservador Petr Necas compareció anoche ante la Prensa para anunciar que presentará hoy su dimisión y la de todo el Gobierno al presidente de la República, Milos Zeman, para facilitar así la formación de un nuevo Ejecutivo.

«Ha llegado el momento y aceptó toda la responsabilidad política», explicó Necas, que desde que estalló el escándalo no ha dejado de declararse inocente. Con su decisión, el líder conservador espera que su partido inicie los contactos políticos para que otro dirigente del ODS encabece un Gobierno hasta las próximas elecciones generales, previstas para la primavera de 2014. Según la Constitución checa, el Ejecutivo al completo deberá ahora renunciar y buscarse una mayoría parlamentaria con capacidad de Gobierno, un proceso que puede prolongarse varias semanas.

La mayor operación anticorrupción vivida en República Checa desde la caída del comunismo en 1989, que acabó con la detención de tres de sus más estrechos colaboradores (entre ellos, Jana Nagyova, su jefa de Gabinete), colocó al jefe del Ejecutivo en una posición extremadamente delicada. Según la Prensa checa, Necas mantendría una relación setimental con su jefe de Gabinete, que habría utilizado los servicios secretos para espiar a la esposa del primer ministro por motivos privados.

Además de la oposición socialdemócrata, que amenazaba con presentar una moción de censura si no dimitía, Necas había perdido el apoyo de los dos socios de coalición que garantizan la precaria estabilidad de su Gobierno, TOP 90 09 y los liberales democráticos (Lidem).

Con todo, el golpe mortal al primer ministro se lo asestó el presidene de la República, Milos Zeman, que el sábado lanzó un opinión «indirecta pero clara». «Considero que los cargos son muy serios. La verdad es que tras oír a la Policía y al fiscal general del Estado, he llegado a la conclusión de hay suficientes evidencias», afirmaba Zeman a la Prensa.

Pero la revelación de una supuesta trama de espionaje y favores políticos hace tambalearse no sólo el puesto de Necas, sino al propio Ejecutivo checo. Las detenciones suponen un duro golpe para una débil coalición de gobierno (con 99 diputados de los 200 que tiene la Cámara Baja del Parlamento) que hasta ahora presumía de su combate contra la corrupción.

«Personalmente, estoy convencido de que no he cometido ningún acto deshonesto y de que mis colegas no han hecho nada deshonesto, lo que incluye a la jefa del gabinete. Por tanto, no tengo ninguna razón para considerar una renuncia ni la caída del Gobierno», afirmó Necas.

La madrugada anterior, unos 400 policías habían registrado la sede del Gobierno en Praga, el Ministerio de Defensa, el ayuntamiento y la sede de otros organismos del Estado. La Policía se incautó de entre 120 y 150 millones de coronas checas y decenas de kilos de oro. Aunque las Fuerzas de Seguridad no explicaron los motivos de las detenciones, la Prensa apuntó a que puede deberse al cobro ilegal de bonos a cargo del Estado.

El capitán de un barco a la deriva desde las elecciones de 2010

Petr Necas (49 años) llegó al liderazgo del ODS en 2009 tras la dimisión de Mirek Topolánek, en cuyo Gabinete sirvió como ministro de Trabajo. Rebajar el déficit público, en un país que sigue sin saber cuándo podrá adoptar el euro, endurecer el acceso a los beneficios sociales y combatir la corrupción política fueron las principales metas de su Gobierno. Con el sobrio y refinado Necas a su frente, la derecha cosechó unos resultados rotundamente negativos en las elecciones de mayo de 2010. Con el 20,2% de los votos y 53 escaños, el ODS vio evaporarse 15,2 puntos (más de 800.000 votos) y 28 asientos en el Parlamento. Pero el revés en las urnas no iba a arruinar las opciones de poder de los conservadore. De inmediato, Necas entró en negociaciones con tres pequeños partidos políticos para conformar una coalición de centro derecha. Sin embargo, los escándalos de corrupción y las deserciones de sus socios han reducido paulatinamente la mayoría del Gobierno, en minoría desde 2012.