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Un estadounidense detenido en Corea del Norte pide ayuda a su Gobierno

Jeffrey Fowle, uno de los tres estadounidenses que permanecen detenidos en Corea del Norte por cargos de crímenes contra el Estado, ha asegurado que está a la espera de juicio y ha pedido ayuda al Gobierno norteamericano para que garanticen su liberación. Corea del Norte, que acusa continuamente a Estados Unidos de acosarle militarmente y de conspirar para intentar poner fin al régimen que lidera Kim Jong Un, ha detenido en el pasado a varios ciudadanos estadounidenses y los ha utilizado para pedir concesiones diplomáticas como visita de personalidades norteamericanas, incluido el expresidente Bill Clinton.

Jeffrey Fowle, de 56 años y natural de Miamisburg (Ohio), fue arrestado en mayo de 2014 por dejar una biblia en el baño de un club náutico en la ciudad de Chongjin, en el noreste de Corea del Norte, donde se encontraba de viaje como turista.

El diario pronorcoreano ‘Choson Sinbo’ ha informado de que Fowle intentó en secreto hacer circular la biblia durante su viaje por Chongjin. Su familia siempre ha negado que estuviera en un viaje de carácter religioso. “Fue un acto premeditado que no era el objetivo de mi viaje como turista”, ha afirmado Fowle, según las declaraciones difundidas por el periódico.

Corea del Norte está considerado como uno de los regímenes más opresores del mundo en términos de libertad religiosa, aunque las libertades están contempladas en su Constitución. Las autoridades de Washington han exigido la puesta en libertad de los tres estadounidenses detenidos en Corea del Norte, dos de ellos ya condenados a trabajos forzados.

“Estoy ansioso por impedir el juicio. Estoy simplemente nervioso, pensando que el castigo que se me impondrá por mi error”, ha asegurado Fowle. El rotativo pronorcoreano ha asegurado que la entrevista se ha realizado por solicitud expresa de Fowle.

Esta entrevista es la última de una serie con los tres estadounidenses autorizada por el régimen norcoreano, lo que sugiere que Pyongyang podría estar intentando retomar el diálogo con Washington y conseguir la visita de un alto cargo norteamericano a Corea del Norte.

El detenido estadounidense que más lleva detenido en Corea del Norte es el misionero Kenneth Bae, condenado a quince años de trabajos por crímenes contra el Estado. Matthew Miller, arrestado en abril por cometer “actos hostiles”, cumple una pena de seis años de trabajos en régimen de aislamiento en una granja.