Abaaoud, ¿vivo o muerto?

Francia lanza una operación policial de gran escala en Saint Denis. La prensa americana asegura que el cerebro del 13-N es uno de los dos muertos en el asalto.

► Francia despliega a un centenar de militares en Saint Denis ► Los terroristas usaron un piso y un hotel cerca de París como bases ► Detenido el hombre que prestó su piso a los terroristas en Saint Denis ► Hollande: «La acción de hoy es la expresión de que estamos está en guerra» ► Mueren 33 miembros del EI en tres días de bombardeos galos en Al Raqa ► Un hombre es hallado muerto en su casa cerca de Bataclan por una bala perdida

Las autoridades francesas se han puesto como objetivo cazar al ideólogo de los atentados simultáneos y coordinados que el viernes terminaron con la vida de al menos 129 personas e hirieron a más de 350, en lo que se convirtió en el peor y más mortífero ataque yihadista en suelo francés. Abdelhamid Abaaoud, un belga nacido en el barrio multicultural bruselense de Molenbeek hace unos 29 años, es para Francia el cerebro del 13-N y la idea de que esté escondido en París ha puesto a las autoridades en alerta máxima. Ayer llevaron a cabo una operación policial de gran calado en Saint Denis, al norte de París –donde Abaaoud era el principal objetivo–, y cerca del Estadio de France donde tres terroristas suicidas se explotaron el pasado viernes.

Son varias las pistas que llevaron a las fuerzas de élite galas y las brigadas especiales antiterroristas al número 8 de la rue Corbillon donde se encontraba el piso franco del comando yihadista liderado por Abaaoud. El fiscal de la República, François Moulin, señaló en una multitudinaria rueda de prensa que fue gracias al seguimiento del receptor de un mensaje de texto de móvil enviado por uno de los terroristas que atentó en la sala Bataclan. En un teléfono móvil encontrado en una papelera del distrito 11 se envió un mensaje a las 21:42 en el que se podía leer: «Estamos listos, comencemos». El texto indicaba que alguien más estaba al tanto de los atentados sin su participación directa y los yihadistas rendían pleitesía a alguna figura externa. Según añadió el fiscal galo, desde el lunes, París tiene presente que Abaaoud estaría en su territorio. Al parecer, varios testigos habrían informado a las autoridades francesas de su presencia en París. Además, el arsenal hallado en el piso de la célula yihadista es similar al que utilizaron en los ataques del viernes.

En el operativo de ayer en el distrito multiétnico de Saint Denis, las Fuerzas de Seguridad francesas detuvieron a ocho personas, entre las que no se encuentran, como manifestó Moulin, ni Abaaoud, ni su vecino de Molenbeek, el también belga Salah Abdeslam, conocido como «el octavo terrorista» y que logró huir tras perpetrar la matanza del viernes. Lo que no dejó claro, a tenor de las informaciones desde la Inteligencia y la Prensa de Estados Unidos es que entre los escombros estuviera el cuerpo de Abaaoud. «No se han llevado a cabo aún las identificaciones de los dos cadáveres del piso de Saint Denis», admitió el fiscal. Por lo que al cierre de esta edición se desconocía si Abaaoud había logrado escapar o había sido abatido por los agentes o muerto durante la explosión de la terrorista suicida.El fiscal galo también aportó ayer más informaciones sobre lo que se sabe de los atentados simultáneos del 13-N que han puesto en jaque al país. Los hermanos Abdeslam, los belgas de Molenbeek, alquilaron tres vehículos: un Seat, un Polo y un Renault. Desde Bélgica fueron a París, donde llegaron el 12 de noviembre. Uno de los hermanos Abdeslam, Ibrahim, se detonó en un bar de París, pero su hermano pequeño, Salah de, 26 años, logró escapar con vida de los atentados. Moulin anunció que el sábado Salah Abdeslam fue parado en un control en la frontera con Bélgica, en Cambrai. A escasos kilómetros tiene un quiosco un socio al que le cedieron todo el porcentaje de la sociedad familiar que tenían los Abdeslam hasta el 15 de septiembre. En Quievrain, Bélgica, también aseguran haber visto a Salah.

Abaaoud es muy conocido en Molenbeek. Su padre, Omar, marroquí, regentaba un comercio desde hace años y le iba muy bien. Llevó a su hijo a buenos colegios, donde sacaba buenas notas. Al contrario que la mayoría de los habitantes de Molenbeek, el joven pudo ir al instituto Saint-Pierre Duccle. Omar hace tiempo que no quiere saber nada de su hijo. Según cuentan en el distrito bruselense, Abaaoud reclutó a su hermano pequeño cuando sólo tenía 13 años y se lo llevó a Siria, a enrolarle en la yihad y en el Estado Islámico. «Por supuesto que el menor no quería irse», explicó el lunes a LA RAZÓN Sarah Turine, concejala de Juventud del distrito de Molenbeek. Uno de los hijos de Turine iba a clase en el Augusta Marcoux con el hermano de Abaaoud y recuerda como un auténtico drama el hecho de que secuestrara a su propio hermano. «Es un chico muy inteligente, sacaba muy buenas notas. Pero se radicalizó», concluía resignada la edil.

Abaaoud, miembro del EI desde el año pasado, ha sido el cerebro de varios ataques terroristas en Europa. Sus lazos llevan hasta Ayoub el Kazzani, el yihadista belga de origen marroquí que atentó en el tren de alta velocidad de París a Ámsterdam, ayudó a que Coulibaly pudiera conseguir un buen arsenal para atentar en París y financió y organizó una célula terrorista en Verviers, al este de Bélgica, que tenía planeado atentar en enero. Su imagen de yihadista despiadado en sus vídeos del EI no tienen nada que ver con la imagen que recuerdan sus vecinos.