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Andrea Duro: “estaría dispuesta a raparme la cabeza”
Entrevistamos a una de las actrices más populares de las redes sociales: hablamos de cine, moda, belleza y retos.
La Navidad está a la vuelta de la esquina pero, gracias al minivestido que Andrea Duro ha lucido esta mañana, la hemos sentido un poquito más cerca. Con motivo la presentación en en el lujoso Relais Châteaux Hotel Orfila de Madrid del cortometraje Historia de una Ilusión, creado por Moët & Chandon por el 150 aniversario de Moët Impérial, la actriz ha escogido un diseño muy 'sixties' de gran lentejuela con manga japonesa. Un vestido en color champán (como no podía ser de otra manera), combinado con un rosa empolvado que daba brillo a la mirada de la intérprete y resultaba perfecto para la ocasión. Ataviada de esta manera y con una melena pelirroja, consecuencia del nuevo proyecto en el que ha participado y por el que, por su puesto, le hemos preguntado, Andrea Duro saluda a periodistas y fotógrafos en la recepción del hotel. Se sienta con nosotras en dos butacas y sobre la mesa baja que las centra deja descansar un té. Andrea Duro sonríe consciente de que hoy, de nuevo, es noticia.
Promesas de Arena, la última serie que ha protagonizado, acaba de estrenarse en Televisión Española. Basada en la novela de Laura Garzón, esta producción nos traslada a Libia, donde seremos participes de las vivencias de Lucía. Conflictos sociales, amor y pasión son los ejes centrales de una historia que pretende además disipar muchos de los prejuicios que existen en torno a la cultura árabe. De eso precisamente habla Andrea Duro. Y se envuelve en un halo de misterio que pareciera transportarla al set de rodaje.
Andrea Duro: Ha sido una experiencia muy complicada. - suspira- Pero especialmente bonita. Túnez es un país complicado ya no solo por la cultura sino por la situación que vive. Rodar no fue tan sencillo como es rodar en España, donde tenemos todas las facilidades del mundo. Pero fue una experiencia bonita. Se me cayeron muchos prejuicios en todo lo que tiene que ver con la cultura árabe y me gustó poder relacionarme con gente completamente diferente a mi. Los compañeros que fueron maravillosos y, a nivel interpretativo, también fue un viaje que me regalaron con Lucía 'heavy'. 'Heavy' pero precioso.
LR: ¿Sí? ¿Tan 'heavy'? ¿Qué tiene Andrea Duro de Lucía y Lucía de Andrea Duro?
Andrea Duro: Yo creo que muy poco. Lucía es una mujer muy sumisa. No conformista. Si no no haría todas las cosas que hace. Pero sí es una chica que acepta mucho. Y yo soy todo lo contrario. Acepto muy poco. Yo soy de revelarme contra todo lo que no me gusta. Además, hay una cosa que nos diferencia mucho, que es la manera en la que ella siente y vive el amor.
Inciso. Se encienden las alarmas en este momento de la entrevista. Andrea Duro nos habla de amor. Siempre la creímos una mujer seductora, impulsiva. Tras su sonrisa dulce e inocente se esconde una mujer sexy y con carácter. O así nos lo parecía hasta que charlamos con ella. Así fue como nos lo aclaró.
Andrea Duro: Lucía lo vive todo con intensidad. Como si fuera la primera vez que se enamora. ¡Yo no! A mi me gusta la calma. ¡Por favor, a mi que nadie me vuelva loca! Todo tranquilamente y con buena letra. La pasión está muy bien y obviamente hay que tenerla. Pero me gusta todo, en vez de tan estomacal, con un poquito más de cabeza.
LR: ¿Con cuál de los personajes que has interpretado te sientes más identificada?
Andrea Duro: No hay ningún personaje que haya hecho que haya dicho “wow, es que es Andrea, yo podría ser esta chica”. Pero por muchas cosas de… de eso… de no conformarse, de revelarse, de ir y hacer lo que realmente quiero, me identifico mucho con el personaje de Aledis en La Catedral del Mar.
LR: Has sido Yoli, Lucía, Enriqueta… Pero de momento no has interpretado el papel de ninguna chica que llevase tu nombre, ¿no es así? ¿Sería un reto hacerlo?
Andrea Duro: No porque al final los personajes siempre intentas diseñarlos con cosas de ti y con cosas paralelas. Creo que eso es muy interesante. Para mi, el mayor piropo que me pueden decir cuando ven un proyecto mío es “¿esa eres tú?” Porque si nadie me reconoce en ese personaje es que he hecho un buen trabajo.
LR: ¿Cómo te preparas tú psicológicamente para un papel?
Andrea Duro: Yo me meto mucho y lo sufro mucho. Los personajes se pueden quedar dos, tres meses en la piel. Es una cosa muy intensa pero también intentas calibrar y desconectar. Pero a mi, si estoy metida en un proceso creativo me cuesta mucho no tener al personaje en la cabeza las 24 horas.
LR: Imagino que físicamente también habrá cambios. Hace unos días subías una foto a Instagram en la que decías “nuevo look, nuevo personaje”. ¿Podemos desvelar algo?
Andrea Duro: No podemos decir nada. Lo estoy deseando. Es una nueva peli. Un nuevo proyecto que he hecho pero no podemos decir nada todavía porque no ha salido la nota de prensa por parte de la productora. Es un proyecto especial, diferente. Me hace mucha ilusión y tengo ganas de poder contarlo.
LR: También subías una foto en la que decías que llevas en esta vida desde los 16 años. ¿Cómo ha cambiado Andrea Duro desde entonces?
Andrea Duro: Creo que mucho. Yo había cosas que no comprendía como son este tipo de eventos (ruedas de prensa). Y de repente hubo un día en el que me di cuenta de que creía que no estaba aceptando esa parte de mi trabajo. La sufría mucho y me di cuenta de que tenía que cambiar. Y entonces, de repente, me di cuenta de que esto forma también parte del juego. Yo cuando me voy a mi casa, me quito este vestido, me quito el maquillaje, me bajo de los zapatos y me hago un moño y soy yo. Ahora sigo siendo Andrea pero me lo tomo como algo divertido. Me encanta la moda. Tengo la oportunidad de ponerme vestidos que no me pondría ni un sábado en una cena. Soy muy sencilla en general.
LR: Hemos leído por ahí que muchas veces es Freddy Alonso, tu estilista, el que te pega el empujón ¿no?
Andrea Duro: Sí, de hecho, este vestido si no hubiese sido por él posiblemente me lo hubiera puesto para otra cosa pero no para venir aquí hoy. Pero él me dice confía en mí, esto va a salir bien. Y sale bien.
Nos cuenta estas cosas con un gesto seductor y una mirada inquieta. Mira de un lado a otro. Nada se le despista. Y ese vestido de Duyos que su estilista ha escogido para la ocasión refleja sus brillos en un rostro hidratadísimo. La actriz presume de una piel radiante y nos invade una envidia sana. Por eso, le preguntamos…
LR: ¿Qué haces para cuidarte la piel?
Andrea Duro: Pues, cuando la gente me dice “jo, qué buena piel”, siempre digo que es un poco de genética. Es verdad que mi abuela, que somos muy parecidas, tiene muy buena piel y yo creo que soy un poco como ella pero yo me la cuido especialmente. Me acuerdo que mi chico al principio me miraba y decía “¿pero cuántas cremas te has puesto?”. Me limpio la cara con agua micelar, después me pongo la leche limpiadora, después me pongo un P50, que es un tónico para regular el pH de la piel, después llevo el sérum de colágeno marino, otro para dar luminosidad a la piel y después la crema hidratante, el contorno de ojos, me hidrato los labios y las pestañas.
LR: ¿Y si te vas de viaje? ¿Qué haces?
Andrea Duro: Ese el problema. Por norma general tengo que facturar siempre porque claro. Luego es el pelo y la piel del cuerpo. ¡Es todo! Llevo unos arsenales de cremas enormes. De hecho un señor en el aeropuerto un día me regañó. Me dijo “disculpa, ¿por qué llevas tantas cremas?” y le dije “porque son todas las que utilizo”. Pero es que me las tengo que llevar. No sé si ya es como una adicción incluso, ¿no? Como cuando tienes una rutina y si no la haces la necesitas. Como cuando haces deporte. Yo tengo rutina de hacer deporte y, cuando no lo hago, ¡quiero hacerlo!
LR: Está claro que es un hábito adquirido. Y de hecho, siempre te vemos impecable. Pero… tu imagen no ha cambiado demasiado. Como mucho el pelo más claro, más oscuro, con, sin flequillo… Pero nunca un cambio radical. ¿Qué estarías dispuesta a hacer por exigencias del guion?
Si es por un personaje que me apetece, podría raparme la cabeza perfectamente. Pero de momento, poca metamorfosis. Si algún día hay la oportunidad, pues… No sé. Como si te dicen, “tienes que engordar”, pues engordaré. “Tienes que perder 10 kilos”, eso ya me costaría un poco más, pero lo haría. Depende del personaje, claro.
A Andrea Duro se le escapa una sonrisa dubitativa. ¿Quizá se imaginaba mientras respondía cómo se vería completamente calva? Lo que no cabe duda es que es una mujer decidida y volcada en su trabajo. Imparable. Incansable. De hecho, interrumpe la entrevista la intervención de su representante. Se acerca al salón y le dice “tenemos que hablar”. “¿Todo bien?”, pregunta ella. A lo que la representante responde que sí y que le va a gustar. La actriz pregunta si es el proyecto que ella quiere. “No, pero saldrá”, responde su representante. ¡Y claro que saldrá! Andrea Duro es ejemplo de constancia. Ha crecido profesional y personalmente en el séptimo arte y estamos convencidas de que le tiene muchos secretos guardados por delante.
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