Belleza

7 mitos sobre los rellenos

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“Te hinchan”, “deforman la cara”, “duelen”, y otros mitos sobre las infiltraciones de diferentes materiales destinados a rejuvenecer y mejorar nuestro aspecto. Los laboratorios Sinclair desmontan los más comunes y aclaran tus dudas.

1- Hinchan y deforman.

Las infiltraciones, popularmente llamadas rellenos, si están bien aplicadas no hacen ni lo uno ni lo otro. Como explica Cecilia Artucha, “reposicionan, proyectan o dan volumen donde se ha perdido, y armonizan donde hace falta. Según una valoración previa de cómo ha envejecido cada rostro, a veces los tejidos se caen porque aparece la flacidez, otras pierden luminosidad y el buen profesional debe tener la capacidad de análisis para saber aplicar el relleno oportuno en cada caso”.

2- Rellenos y botox es lo mismo.

“Está rellena de botox”, para hablar de una celebrity con infiltraciones o toxina botulínica mal indicadas, no es lo mismo, pero es una creencia más o menos habitual. “Los dos materiales vienen en jeringa y se pinchan, pero son dos casos bien distintos: el botox es una toxina que anula la capacidad de movimiento del músculo con el fin de no dejarle tensarse y con ello que no se vean las arrugas que se producen al gesticular. Es decir, relaja y no se marcan las ojeras o las arrugas que se generan en la frente, el entrecejo y las patas de gallo. Solo se puede pinchar en el tercio superior y no deforma en absoluto, aunque si se aplica en exceso puede dar aspecto de poca expresividad. En cualquier caso sería una mala praxis”.

3- Todos los rellenos son iguales.

Nada más lejos de la realidad. Los más destacables son:

De Acido Hialurónico: “Son ideales para rellenar volúmenes perdidos, es decir, para rostros donde hay un vacío, tienen ya una buena calidad de piel y una buena tensión. También son ideales para eliminar las ojeras, las arrugas en la zona del entrecejo y retoques en los labios. Gracias a sus propiedades también mejoran la hidratación, ya que la molécula de hialurónico atrae el agua. Con una sesión anual y según qué caso un retoque suele ser suficiente”.

Estimuladores de colágeno: “Los de Policaprolactona son un todo en uno que tensa, da volumen y regenera la piel con todo lo que ello conlleva: luminosidad, jugosidad, tersura, etc. Sin ser un cambio radical de la noche a la mañana, ya que el efecto es progresivo y por tanto más natural, no solo mejoran mucho el aspecto, también frenan el envejecimiento porque ayudan a producir colágeno nuevo, que lógicamente con el tiempo se irá perdiendo pero de manera más lenta que con cualquier producto infiltrado con ciclo de vida ya limitado de antemano en el tiempo. Lo importante es que el doctor sepa analizar bien qué necesita cada paciente, que sepa cómo ponerlo porque tenga una buena formación, y no ponga más de lo que sea necesario: es preferible quedarse con las ganas y repetir que pasarse y arrepentirse. En cualquier caso no todos los estimuladores de colágeno son iguales: hay otros, como los de hidroxiapatita cálcica, que pueden acartonar la piel y quedar poco naturales”.

Mesoterapia: “Generalmente revitaliza la piel por las características de su composición a base de vitaminas, minerales, oligoelementos y ácido hialurónico, y por eso queda un poco más firme, con más luz y revitalizada. Es ideal hacerla cada 3 o 4 meses”.

4- Desaparecen enseguida.

“Su durabilidad depende de la aplicación, de la zona y de cada organismo, pero si un material es bueno suele ser suficiente con aplicarlo una vez al año. Aún así, no todos los ácidos hialurónicos son iguales, unos permanecen más que otros según su tecnología o fabricación. Los de Sinclair son de muy larga duración”.

5- Duelen mucho.

“Las terminaciones nerviosas están en la piel, por lo que el pinchazo inicial va a ser molesto; una vez se inyecte en grasa, cerca del hueso o músculo, donde no hay terminaciones nerviosas, no hay dolor. A veces es más incómoda una sesión de mesoterapia por sus múltiples pinchazos que una de relleno. Con todo, la destreza del médico en la praxis es determinante”. Además, a menudo se aplica lidocaína, un anestésico local.

6- Dejan la cara llena de moratones

“En ocasiones pueden quedar hematomas, pero desaparecen pronto. Si seutiliza cánula no suele ocurrir, porque esta suele apartar convenientemente venas y arterias a su paso. Eso sí, es más común un hematoma en una mesoterapia que requiere múltiples pinchazos que en una infiltración de relleno, que necesita pocos”.