Cuidado facial
Los expertos coinciden con que la calefacción afecta a tu piel
Te explicamos los motivos y cómo poner remedio a través de unos pasos sencillos y fáciles de seguir
Ya estamos terminando noviembre y las bajas temperaturas están comenzando a notarse tanto en las calles como en casa. Como es normal, en el día a día nos queremos sentir bien en nuestro hogar sin pasar una pizca de frío. Y sí, adoramos refugiarnos con la manta de confianza, pero a veces no es suficiente y tenemos que recurrir a la calefacción.
Pero, ¿sabemos verdaderamente las consecuencias que tiene la calefacción sobre nuestra piel? Muchos de nosotros no somos conscientes de todo lo que puede perjudicar abusar de esta herramienta de calor, como bien coinciden varios dermatólogos y especialistas. Aunque ahora conoceremos en profundidad todo lo que implica a nivel dermatológico, algunas problemáticas básicas que podemos encontrar son la sequedad, la descamación o la pérdida de la luminosidad.
Así es cómo perjudica la calefacción en nuestra piel
Como también ocurre con el aire acondicionado, la calefacción tiende a rebajar los índices de humedad ambiental dentro de las estancias, como bien explica Marta Agustí, directora nutricional de Advanced Nutrition Programme. "Nuestra piel se hidrata desde dentro, pero también absorbe humedad ambiental. Si ésta está muy baja, será mucho más fácil que nuestro tejido se reseque y que requiramos un extra de hidratación por vía tópica, además de poder potenciarlo mediante suplementación e ingiriendo mucha agua”, suma Raquel González, cosmetóloga y creadora de Byoode.
Durante la época de otoño e invierno solemos encontrar un cambio drástico entre la temperatura exterior e interior. Un fenómeno que también encontramos directamente relacionado con la salud de nuestra dermis. Debido a ello damos pie a una alterar la microcirculación, lo que se traduce en rojeces repentinas, vasos capilares más visibles y empeoramiento de la rosácea.
Agustí comenta que el calor incluso también provoca hinchazón en el rostro. "Puede deberse a las compensaciones que trata de hacer nuestro organismo para nivelar la falta de humedad ambiental, intentando que no le afecte. Por eso, puede que retenga líquidos. También, este tipo de ambientes pueden afectar a la circulación, lo que puede hacer que nos sintamos más pesados en determinados momentos”.
Para conseguir un equilibrio cutáneo, deberíamos tener la calefacción a unos 20 o 22 grados de media. No obstante, todo dependerá del tipo de piel que tengamos, puesto que aunque instalemos esta temperatura, puede ser que siga siendo demasiado alta y provoque la sequedad. Por ello, bajar un par de grados puede marcar la diferencia entre una piel cómoda y una al borde de la deshidratación, como bien nos recomienda Estefanía Nieto, directora dermocosmética de Medik8.
Consejos para poner solución
Uno de los remedios que debemos tener en cuenta más imprescindibles es hidratarnos la piel. Lo podemos hacer a través de una buena rutina facial efectiva, como con cremas ricas en lípidos, ceramidas o ácido hialurónico, así como bebiendo mucha agua al día. "Recomiendo aplicar muchos ingredientes humectantes que rellenen de agua los tejidos, pero también emolientes, que creen una película que haga que no se pierda esa humedad: frutas, vegetales o purés”, explica Mireia Fernández, directora dermocosmética de Perricone MD.
Crema hidratante, de Perricone MD (rebajada a 66 euros)
Siguiendo con la atención a la skin routine, González comenta que es fundamental aportar a la piel humectantes como la glicerina o el pantenol. "Recomiendo aplicarlo mediante un sérum que equilibre la piel y la rellene de humedad. Después, será ideal aplicar una crema más rica de lo habitual, con emolientes como el escualano o la manteca de karité. Si pasadas unas horas notamos la piel seca, por ejemplo, en la oficina, un aceite facial sellando ayudará a reparar la hidratación y, por supuesto, reaplicar un bálsamo para labios”, añade
Sérum com péptidos, de Medik 8 (76 euros)
También son óptimos las brumas hidratantes, los aceites faciales o corporales o reforzar la rutina de noche, puesto que es el momento donde la piel se regenera. Además, más allá de los productos de belleza, también podemos hacer uso de deshumificantes para regular nivel de humedad del ambiente, ya que alivian la sensación de sequedad en cuestión de días.