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Gastronomía

Dar la campanada en un tablao flamenco

Con espectáculo, música en directo o con el clásico cotillón, los grandes chefs se preparan para recibir el año nuevo

El cocinero David García y el sumiller y propietario de El Corral de la Morería, Juan Manuel del Rey, idean un menú que armoniza con el montaje «Onírico»
El cocinero David García y el sumiller y propietario de El Corral de la Morería, Juan Manuel del Rey, idean un menú que armoniza con el montaje «Onírico»larazon

A escasos dos días de recibir el Año Nuevo, recomendamos despedir este 2018 en uno de los establecimientos que más ha dado que hablar desde que el cocinero David García se pusiera al frente de los fogones.

A escasos dos días de recibir el Año Nuevo, recomendamos despedir este 2018 en uno de los establecimientos que más ha dado que hablar desde que el cocinero David García se pusiera al frente de los fogones. Nos referimos a El Corral de la Morería, único tablao flamenco que atesora una estrella Michelin. Diseña un menú equilibrado, que armoniza con los viejos jereces que descansan en la bodega de Juan Manuel del Rey, propietario del local y sumiller. Nos cuenta que no faltarán sus emblemáticos platos, ya que la de Nochevieja es una cena especial que degustarán clientes procedentes de numerosos puntos del globo. Comenzará con una crema cuajada de queso Idiazábal, servido con un consomé tibio de faisán. Bocado a degustar con una copa de Fleury Cepages Blancs 2009, mismo champagne que realza el sabor del marmitaco, mientras que los tuétanos de manzana verde con foie gras y caviar se disfrutarán con el amontillado Callejuela 7/7. Le sigue el huevo asado en salsa verde con trufa negra y setas guisadas para saborear con Salvora 2017, la lubina asada con crema de cebolleta y vinagreta de cítricos con manzanilla de Sanlúcar y el carré de cordero asado y reposado sobre un ragout de castañas, morillas y brotes frescos son otros manjares. Los degustarán los mismos comensales que disfrutarán después del espectáculo «Onírico», de Eduardo Guerrero. Minutos antes de medianoche todo el equipo subirá al escenario a dar las campanadas y engullir las uvas para dar la bienvenida a 2019: «Hemos abierto un camino que debemos defender: demostrar que en un tablao flamenco se puede comer muy bien», asegura orgulloso. Si aún no conoce el espacio en el que Sergi Arola despliega en la capital sus bocados canallas despedir el año en él es una opción. Se trata de V Club feat. Arola, situado dentro de la sala V de Vegas, de los mismos propietarios del mítico Bingo Las Vegas. ¿De comer? Una crema de almejas al vino riesling con ostras fritas y puré de tupinambu, medallón de rape al romescu con endivias salteadas a la vainilla-bourbon y solomillo de venado con especias y manzana con castañas asadas son algunos de los platos. Cuesta 120 euros sin vinos, pero sí incluye cuatro copas durante el cotillón.

Los amantes de la buena mesa y de las pistas de Baqueira comienzan el año en Cinco Jotas Grill. A pie de pista, se deslizan los productos de bellota cien por cien ibéricos. También, la presa, la pluma o el secreto para reponer fuerzas y armonizarlos con los vinos de Jerez de Bodegas Osborne. ¿El brindis de Año Nuevo? En la Moët Winter Lounge, que cuenta con tumbonas, sofás y estufas, donde hacer un paréntesis entre bajada y bajada.

¿Le apetece comenzar el año en un campo de golf de 18 hoyos diseñado por Jack Nicklaus? Apasionados de este deporte, tomen nota, porque el hotel Barceló Montecastillo propone tomar las uvas en un «green». Antes, la cena se compondrá por un tartar de langostinos y vieiras con leche de tigre, crema de galeras con crujiente de bogavante y plancton y un semi frío de alfajor, nube de mango y milhojas de pan de ángel con aire de vainilla y menta a degustar antes de que suene la música en directo. El «brunch» de Año Nuevo es un imprescindible y entra dentro de la estancia por 205 euros.

En Arzuaga, en la Ribera del Duero, lo suyo es conocer el proceso de elaboración de los vinos, además de degustarlos. Por eso, horas antes de la cena, a la que seguirán las uvas, el cotillón y un dj que hará bailar a los asistentes, organizan una visita al viñedo. También, un recorrido por la finca para conocer su reserva de fauna salvaje de ciervos y jabalíes. Durante el almuerzo, las estrellas son las recetas cinegéticas. Tampoco deje de apuntarse al «brunch» del día siguiente. Si se queda tres días, deberá desembolsar 565 euros. The Ritz-Carlton prepara otro planazo tan apetecible como dar la bienvenida a 2019 en la playa y devorando los manjares de Ricardo Sanz y de Martín Berasategui. Les cuento: en el hotel organizan la cena en la piscina con la temática «Carnaval del mundo». De ahí que la decoración sea uno de los platos fuertes, ya que el espacio estará ambientado con adornos típicos de los países que los celebran a lo grande. En cuanto a la culinaria, de ello se encargan los cocineros de Kabuki y de MB. La noche concluye con un espectáculo de danza de fuego y con una gran fiesta de luz negra en la que pinturas de neón colorearán la piel de los asistentes.