Cristina Pedroche: «Cuando le vi, dije: ‘‘para mí’’»

Con los papeles del divorcio en la mano, Muñoz dio el sí quiero a Cristina Pedroche en su casa, en vaqueros y zapatillas, y tan sólo ante la presencia de sus padres y un notario. La celebración llegó días después en un StreetXO atiborrado de amigos. «Lo único especial que llevaba puesto era el collar de mi abuela», confirmó la vallecana a la revista «¡Hola!». La pareja se conoció hace un año en un showroom de Nike y desde entonces no se han separado. «En cuento entré y le vi, me dije: Ahhhh, para mí!», ha asegurado la presentadora, quien, dice, sólo se viste de tiros largos para acudir a las citas propias de su profesión y para colarse en el salón de los 2.242.000 espectadores que eligieron Antena 3 durante la última noche del año y engulleron las uvas con ella y Carlos Sobera frente a la pequeña pantalla. Quienes no la vieron, nunca sabrán si hizo bien su trabajo o se equivocó en algún momento de la retransmisión. Ese pequeño o gran detalle no importa, sólo si le quedaba como un guante el diseño de Pronovias. La tormenta de críticas cayó sobre ella, pero supo esquivarlas. Preguntado David sobre cómo estaba de guapa su mujer para recibir 2016, apunta que «las valoraciones subjetivas de que te pueda gustar más o menos el vestido, las acepto todas. No dejan de ser opiniones y gustos, pero que estaba espectacular y que nunca antes se había hecho algo así para dar unas campanadas en España, también es cierto. A partir de ahí, todo lo que se diga es absurdo». Twitter volvió a servir al cocinero de plataforma para contar al mundo lo feliz que se siente con Pedroche al lado. Por eso, «por una cuestión romántica», alega, decidió colgar en su Instagram una más que divertida imagen en calzoncillos negros y ataviado con el diseño negro de transparencias que su explosiva mujer lució el año pasado: «Pues me he puesto las transparencias de @cristipedroche para ver las campanadas y comerme las uvas ambientado cien por cien. ¡Esta noche mi mujer brillará más que nunca!», escribió.