Nuevo frente judicial abierto para Miguel Bosé

El cantante ha sido citado para que testifique sobre el caso del Picasso robado después de que el juicio con Lucía Bosé fuera suspendido.

El juicio contra Lucía Bosé por una supuesta apropiación indebida de un cuadro de Picasso, que el pintor regaló a su criada Remedios, fue suspendido. La actriz de 87 años se presentó ayer ante el juez y se sentó durante unos pocos minutos en el banquillo de los acusados, pero el Tribunal decidió aplazarlo después de que las denunciantes, las sobrinas y herederas de la mujer, ya fallecida, solicitará que sea Miguel Bosé quien testifique. La petición ha sido aceptada, por lo que será el artista quien tenga que declarar.

A pesar de que Lucía Bosé no pudo ofrecer su versión de los hechos, a la salida del juicio afirmó ante los medios: «No he robado nada. Y no era un cuadro, era un dibujo y era mío».

Miguel Bosé, quien reside en México, podría realizar la declaración por videoconferencia o viajar a la capital, aunque sus complicada situación personal, en pleno conflicto familiar con su pareja, hacer prever que se abstenga de viajar a España. Ante el juez, el artista deberá detallar todo lo que sabe sobre aquella pieza que Picasso pintó en 1963 llamada «La Chumbera», que su madre subastó y de la que obtuvo casi 200.000 euros. Una cifra que no entregó a las herederas de Remedios y que estas reclaman al entender que pertenecía a su tía. Como prueba más evidente, éstas aportan la dedicatoria que aparece detrás de la obra: «Para Reme».

Petición de dos años de cárcel

La Fiscalía pide para Lucía Bosé dos años de cárcel, por la apropiación del dibujo y disponer fraudulentamente de él para su venta en una subasta el 25 de junio de 2008, en la que alcanzó el precio de 198.607 euros, cantidad que nunca entregó a los herederos legales de Remedios: sus sobrinas Remedios y María Pilar.

La familia Bosé se ve envuelta en un nuevo conflicto judicial, que se suma al que tiene el cantante con su ex pareja. Nacho Palau presentó una demanda en el madrileño juzgado de Pozuelo de Alarcón «para la defensa y protección de sus intereses y de sus cuatro hijos en común». Una polémica que ha hecho que el artista sea protagonista –en contra de lo que es habitual en él– en los medios de comunicación y que está lidiando en silencio y dejando todo en manos de sus abogados, quienes tendrán también que hacer frente al caso del Picasso.