Pascual Cabaño, el quesero real

El cocinero asturiano José Andrés se ha plantado ante Donald Trump, rompiendo la vinculación profesional que tenían. Después de escuchar las bravuconadas lanzadas por el magnate del pelo teñido contra los inmigrantes, y especialmente contra los latinos, ha decidido poner el océano de por medio e instalarse a descansar en la costa gaditana, concretamente en Zahara de los Atunes. Su mujer, Patricia «Tichi», nació en Algeciras –como John Galiano, otro español universal– y, como buena andaluza, tira para el sur. Ahí, el cocinero más internacional de nuestro país está aprovechando para conocer bodegas, descubrir restaurantes, revisitar los ya conocidos y, sobre todo, está cocinando para los amigos. «Incluso se ha traído un cocinero para que le ayude» nos cuenta su socio, Pascual Cabaño. «José Andrés está tranquilo, sabe que su caso está en buenas manos con la legión de abogados que tiene en Estados Unidos defendiendo su causa. Además, en estos casos se suele llegar a un acuerdo y José Andrés lo ha hecho por una cuestión de principios, porque él también es inmigrante y tiene una cadena de restaurantes mejicanos. Así que, como latino, los defiende».

En enero de 2015 José Andrés se hizo con el cincuenta por ciento de la quesería asturiana Rey Silo, que posiblemente sea la más antigua del mundo, pues data del año 785. Hay constancia de que el rey asturiano le envió una embajada de «quesus» al emperador Carlo Magno, iniciando el marketing que José Andrés se dispone a seguir extendiendo. «Es uno de los mejores embajadores de la gastronomía española en Estados Unidos, ha introducido el cochinillo, la paella, el jamón de Casa Fermín, el aceite de Casa Hualdo y los quesos del Rey Silo en la Casa Blanca». Al parecer Michelle Obama es una entusiasta del que lleva pimentón picante de Murcia y Doña Letizia, a la que le gustan los quesos asturianos, es más del llamado «gamoneo», que es de la zona de Ribadesella, y del Rey Silo blanco con leche cruda y entera de vaca asturiana. La Reina los encarga para Palacio con media curación. Ambos quesos, tanto el de Obama como el de Doña Letizia, cuestan entre 10 y 12 euros.

Y volviendo al chef que le ha dado la espalda a Donald Trump: se hizo socio de la quesería de su tierra porque quería hacer su propio queso azul, que lanzará en breve con el nombre de AsturBlue by José Andrés. Curiosamente, nos enteramos de esta nueva aventura profesional de José Andrés en el Real Club Náutico de Palma de Mallorca, donde regatea el Rey Felipe en la 34 Copa del Rey Mapfre, y donde están presentes sus quesos. Tanto el chef asturiano como Don Felipe estuvieron enrolados en el buque escuela Juan Sebastián Elcano, uno como marinero en instrucción y otro como cocinero. En ese buque-escuela llegó a Estados Unidos hace más de 20 años y decidió quedarse para dar a conocer la mejor comida del mundo, la española. Ahora tiene siete restaurantes, da de comer a más de 5.000 personas y participa en programas de televisión. Por si fuera poco, el presidente de Estados Unidos le tiene tanto aprecio que no sólo come encantado su cochinillo y su paella, sino que no duda en defenderle en público: «Es un gran amigo y un gran ciudadano. José Andrés es el ejemplo número uno de lo que ocurre cuando damos a los inmigrantes la oportunidad de echar raíces en el país y crear negocios y empleos», palabra de Obama. Amén.