Empresas

Rocío y Fidel tienen 2 millones para una deuda de 1,5 millones que recae sobre una empresa que no factura desde 2011

Debe algo más de millón y medio de euros por impagos a Hacienda, la Seguridad Social y la Administración madrileña, deuda a la que, sólo con los fondos propios de 1.706.500 euros que tiene en Promoción de Espectáculos Musicales, heredada de su madre, podría hacer frente

En la ruina. El matrimonio acumula una cuantiosa deuda que no afronta por falta de liquidez
En la ruina. El matrimonio acumula una cuantiosa deuda que no afronta por falta de liquidezlarazon

Rocío Carrasco Mohedano acumula una deuda de algo más de 1,5 millones de euros. Todos los movimientos se realizan desde las empresas cuyo administrador único es Fidel Albiac.

El matrimonio posee cuatro compañías y cada uno de los cónyugues tiene dos de ellas a su nombre. La tan nombrada deuda de Rocío Carrasco por valor de 1.542.075 euros por impagos a Hacienda, la Seguridad Social y la Administración de Madrid recae sobre una de las empresas de ella, en concreto, Promociones de Espectáculos Musicales, que heredó de su madre. Una deuda que es 52 veces superior a los beneficios de dicha empresa, a fecha de 2014, según los datos a los que ha tenido accesoLA RAZÓN, pero con la que no factura desde 2011. Sin embargo, aunque no opere con ella, dicha sociedad tiene unos fondos propios de 1,7 millones de euros, que junto a los otros 300.000 euros en reservas que suman las otras tres empresas –algo más de 2 millones en total– podría liquidar el millón y medio de euros que debe a las arcas públicas.

Las dos sociedades limitadas de Rocío Carrasco son Rochipin y Promoción de Espectáculos Musicales, de las que es administradora única. La primera permanece activa en los registros, pero no tiene actividad desde 2001, pese a que está dedicada a servicios cinematográficos, de vídeo y de programas de televisión. Se creó con un capital de 3.006 euros, el mínimo requerido, y el valor de su último activo era de 162.796 euros. En 1999 llegó a ingresar 207.143 euros y a ganar 65.895 euros, casi un 32% de la facturación, un porcentaje que para sí lo quisiera cualquier empresa. En 1998 la relación beneficios/ingresos fue aún mejor, del 53,2%, como consecuencia de una cifra de negocios de 145.325 euros y unos beneficios de 77.310. Sin embargo, dos años después todo cambió. El importe neto de la cifra de negocios cayó hasta los 21.757 euros y con este descenso llegaron las pérdidas: 10.280 euros. En 2001, los últimos datos publicados, las pérdidas subieron a 16.300 euros y la empresa dejó de obtener ingresos. Hasta hoy.

La otra empresa de Rocío, Promoción de Espectáculos Musicales, heredada de su madre tras su fallecimiento en 2006, fue fundada en 1992. Originariamente se creó teniendo como actividad «el arrendamiento de la propiedad industrial y productos similares, excepto trabajos protegidos por los derechos de autor». Tras la muerte de la cantante el objeto social se amplió a la explotación de fincas rústicas y la comercialización de los productos derivados de las mismas, «especialmente de fincas destinadas al aprovechamiento vinícola». La empresa se creó con un capital social de 19.710 euros, pero a fecha de 2014 tenía un patrimonio de 1,7 millones de euros (se trata del último ejercicio presentado, en diciembre de 2015, que consta en el Registro Mercantil), pero también una deuda de algo más de un millón y medio. El beneficio que arrojó en 2014 fue de 2.593 euros. En 2013, fue muy superior: 461.593 euros (gracias a la venta de parte del inmovilizado para hacerse cargo de una deuda de 323.216 euros). Lo más llamativo de su situación financiera está en el pasivo. Ha conseguido liquidar su deuda con las entidades de crédito y únicamente figuran 2.300 euros como deuda a largo plazo en su balance, pero los problemas están en el corto plazo. Bajo el epígrafe «otros acreedores» figuran 1,5 millones de euros desde el año 2009.

En el sector de los espectáculos opera también Yamaguchi Producciones Artísticas, de la que Fidel Albiac es socio y administrador único. De las cuatro empresas, ésta es la más grande por el tamaño de su activo, 817.211 euros en el año 2015, último ejercicio del que se tienen cuentas. Fue creada un año antes del cese de actividad en Rochipin, en 2000, con el capital mínimo que se exige para una sociedad limitada: 3.006 euros. Sus beneficios el año pasado fueron de 81.913 euros. Es precisamente con esta empresa, a nombre de él, en la que se recoge la mayor actividad profesional de la pareja, con cifras de negocio de algo más de 90.000 euros el pasado año.

Por último, Fidel es dueño también de Campobiac, dedicada a la explotación ganadera, cuyos beneficios han sido nulos en los últimos años, a excepción de 2008, cuando su saldo fue de 62 euros negativos. También fue constituida en 2003, con el mínimo legal de capital y en el Registro Mercantil se la califica como microempresa, con un único empleado fijo. Al tener deudas superiores al activo (de tan sólo 48 euros), su patrimonio neto es negativo en 10.152 euros, según los datos de 2015, por las deudas a corto plazo que pesan sobre ella. Visto el panorama, Campobiac estaría en situación de disolución.

Habrá que esperar al ejercicio 2016 para ver las ganancias por los trabajos en televisión y las exclusivas de la pareja, para hallar unos jugosos beneficios en sus empresas y, con ellos, se supone, liquidar la deuda sin tener que renunciar a la mayor parte de los 2 millones que ya tenían.