Alimentos con mala fama que son saludables

Para domingueros: yema de huevo. Hasta tres al día

Sí, puedes tomar un huevo al día sin problemas y según los últimos estudios, hasta tres y cuatro sin que haya efectos adversos de ningún tipo. La yema del huevo contiene colesterol, pero, a no ser que ya estés enfermo, tu cuerpo lo regula perfectamente, ordenando al hígado que produzca menos colesterol endógeno, con lo cual no tiene ninguna clase de consecuencia negativa. La yema de huevo contiene colina, un nutriente esencial que es imprescindible para el funcionamiento del cerebro y los músculos, además de vitamina D. Es un producto ideal para tus pachangas dominicales o para el partido de pádel.

Para runners: jamón curado. 100 gramos

El tocino de cerdo que aparece en el jamón te puede parecer poco saludable y sin embargo la mayor parte de las grasas que contiene son monoinsaturadas, como el aceite de oliva. Es un producto perfecto. Las saturadas también están presentes en el jamón, pero éstas no son el demonio que se había supuesto y los últimos estudios las desvinculan de las enfermedades cardiovasculares con las que se habían relacionado durante mucho tiempo. Una ración de jamón te aporta una gran cantidad de proteínas de alta calidad. Si además es de cerdo de bellota, el jamón contendrá ácidos grasos omega-3 que son antiinflamatorios. Del jamón, como del cerdo, se aprovecha todo.

Para levantadores de pesas: palomitas de maíz. Una bolsa mediana

Habrás oído hablar de lo importante que es tomar cereales integrales. Por desgracia, lo que encuentras en tu pan son harinas refinadas a las que se ha añadido salvado. Por el contrario, las palomitas de maíz provienen de los granos enteros del maíz, con su cáscara y su germen, que es donde residen las vitaminas y minerales que lo hacen valioso. El maíz contiene el doble de polifenoles (antioxidantes) que la mayoría de la fruta y proporciona mucha fibra. El almidón de las palomitas es una cantidad reducida. En una ración de palomitas medianas solo tendrás 100 calorías, a no ser que las pidas con azúcar y esto último te recomiendo que no lo hagas.

Yoga y pilates: lácteos enteros. Un yogur o un vaso de leche entera al día

En la guerra contra las grasas que arrecia desde el principio de los años 70 se han pintado a los lácteos enteros (leche, yogur o queso graso) como los villanos, con abundancia de grasas saturadas y, por tanto, te aumenta de forma importante el riesgo de enfermedades coronarias. En realidad, los últimos estudios han comprobado que es al revés. La grasa de la leche entera, el yogur y el queso es solo parcialmente saturada y su consumo hace aumentar los niveles de colesterol «bueno» HDL, que es cardioprotector. Además, los lácteos con su grasa conservan las vitaminas liposolubles A, D y K que se pierden al desnatarlos, con lo que no son nada peligrosos.