Ciencia
Prohibido arruinar las vacaciones
Es cierto. Los accidentes pueden ocurrir. Y a veces se dan poco antes o durante un viaje y pueden causar la cancelación o un regreso prematuro, sino el aburrimiento completo. Afortunadamente en 2015 contamos con tecnologías disponibles para casi todas las situaciones imprevistas.
Lo más frecuente en nuestras vacaciones es que un dolor de cabeza, de muela o muscular nos impida disfrutar plenamente del viaje. Puede que dure apenas una hora o nos mantenga postrados un par de días. Lo mínimo es el mal humor. Para evitar sufrir en silencio existe Quell. Cuando se presentó hace diez años, después de obtener la aprobación de la Agencia de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA), debió parecer un dispositivo de ciencia ficción. En aquellos tiempos tenía un tamaño similar a una tarjeta de crédito, se ajustaba al cráneo mediante unas bandas elásticas y, gracias a unos electrodos, estimulaba la producción de opiáceos naturales que evitaban o disminuían el dolor. En la actualidad, su tamaño se ha reducido hasta ocupar lo mismo que una moneda de un céntimo, se puede adherir detrás de la oreja y pasar completamente disimulado allí. Algo que en aquellos tiempos no hacía era medir la frecuencia cardiaca y la saturación de oxígeno en sangre; esos datos hoy le permiten saber cuándo disminuir la estimulación y dejar que el cuerpo responda naturalmente hasta que sea necesario volver a activarse. Una sola carga basta para llevarlo durante 48 horas, aunque durante el sueño disminuye su rendimiento.
Las otras grandes innovaciones llegaron de empresas españolas. La primera es Exovite. De acuerdo con la Organización Internacional de Turismo, el accidente más frecuente en las vacaciones son las torceduras, esguinces o fracturas. Exovite es un una férula realizada en una impresora 3D en apenas treinta segundos y que se modela sobre el propio paciente. Tiene un diseño reticular que permite curar heridas sin tener que quitarla. Pero lo interesante es que, primero, el software permite imprimirlo en cualquier lugar del mundo, basta escanear, con una app, la zona y todo resuelto. Cuenta con un electroestilmulador que envía datos al médico, que sigue el proceso mientras mide la salud muscular de la zona afectada.
Claro que lo más duro es la rehabilitación. Y no estaría nada mal que si ésta debe llevarse a cabo durante las vacaciones, al menos parezca un juego. Justamente ése es el logro de la segunda compañía española, NeuroatHome. Tanto para el tratamiento de lesiones como para aquellas dolencias neurodegenerativas, este sistema utiliza el sensor de movimientos Kinetic para proponer ejercicios, diseñados por expertos en medicina, fisioterapia y neurociencias, que buscan una completa rehabilitación mientras se juega. Las propuestas van subiendo de nivel a medida que se alcanzan más objetivos y cada tarea es enviada al médico de cabecera, que aconseja nuevos ejercicios. Este «juego» permite irse de vacaciones con personas mayores que deben seguir un tratamiento y no perder el ritmo y, gracias a su aspecto lúdico, también facilita la recuperación de aquellos que se lesionan en el viaje. Desde su creación, hace ya más de 10 años, los juegos han mejorado mucho y en la actualidad, confiesan sus desarrolladores, ya lo compran deportistas y jóvenes para mejorar reflejos, estado físico y, para qué negarlo, también para divertirse.
✕
Accede a tu cuenta para comentar