El viaje de mi vida

Leticia Dolera, de rodaje en otro mundo sin irse de éste

Descubrió otros ritmos de vida, rodeada de hielo y montañas gigantes en Groenlandia

Imagen tomada por Leticia Dolera
Imagen tomada por Leticia Doleralarazon

Rodó un documental allí y lo vivió con tanta intensidad que recuerda cada detalle. «Fue como viajar a otro planeta dentro de tu propio planeta. Acostumbrada al ritmo frenético que solemos llevar, allí te das cuenta de que existen otros ritmos de vida. Te sientes muy pequeña rodeada de hielo y montañas gigantes, y tomas consciencia de muchas cosas. Del cambio climático, por ejemplo. Había zonas que hace años eran solo hielo y ya no quedaba nada, y como la población vive de la caza, tienen problemas porque los animales están emigrando. Y hay una capa de hielo que cubre el 85% de Groenlandia, que se llama indlandsis, que también se está deshelando. Es muy fuerte ver que cuando no vives en una gran ciudad, cómo el cambio climático puede afectar tanto a tu modus vivendi». Acompañada por un antropólogo experto en la zona Leticia descubrió detalles desconocidos para la mayoría: «Me transmitió su pasión por la cultura inuit y me marcó especialmente el uppa, una expresión que te hace ser consciente de que tú no tienes el control porque la naturaleza es tan fuerte que si has quedado con alguien y tienes que coger un barco para encontrarte con esa persona, nunca sabes si podrá suceder, por lo que añaden siempre esa palabra, uppa, que viene a decir que ese plan se cumplirá si la naturaleza lo permite. Parece una tontería, pero no lo es. Asumir el uppa te enseña mucho y te coloca en el planeta Tierra». Su carácter reflexivo aflora cuando lo cuenta. «Visité una antigua base militar norteamericana abandonada, de la II Guerra Mundial, y ves cómo la historia de la humanidad pasa y esas montañas permanecen. Esas bases abandonadas lo representan perfectamente, son puro óxido, y piensas obviedades como lo absurdas que son las guerras». Es difícil analizar Groenlandia desde un punto de vista turístico bajo la mirada de Dolera, pero cuenta que hubo dos pueblos que le llamaron mucho la atención: «Visité Kulusuk, Kuummiut y Tasiilaq, que son los poblados más humildes del país, y es curioso cómo se combina el hecho de que tengan que ir a cazar para comer y a la vez les llegue internet, televisión, videojuegos y todos los imputs del mundo capitalista. Para la juventud es una realidad muy contradictoria. Es una mezcla compleja. Allí tuve la oportunidad de conocer a Theresie, una mujer cazadora que desafió los estereotipos de la sociedad inuit, donde impera el patriarcado. Fue muy interesante hablar con ella y ver cómo la lucha feminista también existe en un lugar tan remoto. Las mujeres se están organizando y hay unos lazos de sororidad muy fuertes para apoyarse cuando se encuentran en situaciones de violencia de género, porque allí también la hay. Me impresionó mucho la capacidad de lucha y ver cómo se reproducen los mismos mecanismos porque socialmente todavía la culpa gira en torno ellas. Son patrones que hay que cambiar y vi que es un trabajo que se está extendiendo por todo el mundo». Con eso se queda. Y con el uppa.

LA FOTO

Leticia Dolera observa el deshielo de los glaciares que, sin embargo, siguen siendo uno de los atractivos de Groenlandia

El hotel

hotel kulusuk

Dirección: Kulusuk Airport, Kulusuk 3915, Groenlandia. Teléfono: +299 98 69 93. Precio medio: 123 € - 155 €. Web: Arcticwonder.com/hotels/hotel-kulusuk.

Restaurante

Restaurante sarfalik

Dirección: Aqqusinersuaq 1, Nuuk 3900, Groenlandia. Teléfono: +299 32 42 22. Tipo de comida: escandinava, marisco, europea. Precio medio: 21 € - 85 €. Web: Uk.hhe.gl/restaurant-sarfalik.

Ruta

Qassiarsuk y la groenlandia vikinga

Traslado en zodiac de gran potencia a través del fiordo Tunulliarfik hasta el idílico pueblo granjero de Qassiarsuk, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Visita a las Ruinas de Brattahlid, capital de la Groenlandia Vikinga. Web: Tierraspolares.es.