Ramsés Life: «Brunch» frente a la Puerta de Alcalá

Aunque pueda parecer que la capital se queda desierta, aún hay quienes cuentan las horas para desaparecer. Sin embargo, antes de coger carretera y manta, una buena opción para dar la espalda a la ola de calor es refugiarse en la terraza de Ramsés Life. Se trata de un espacio con decoración de Philippe Starck con vistas a la Puerta de Alcalá en cuyas mesas se mezclan turistas y madrileños que saben que éste es un rincón divertido en el que se come bien.

Gracias a un horario ininterrumpido de cocina, aquí se puede disfrutar cuando al estómago se le antoje de una cocina de fusión mediterránea. La carta es amplia y en ella destacan delicias para compartir, entre ellas, la ensaladilla rusa con carabinero, las anchoas del Cantábrico y las croquetas de gambas al ajillo. Como platos fuertes, merece la pena probar tanto el pulpo a la brasa con crema de patatas al aceite de oliva y el lomo alto de rubia gallega con 35 días de maduración.

Tampoco falta el apartado de crudos, del que nos entusiasma el ceviche al ají amarillo y el carpaccio de buey con puré de remolacha al vinagre de frambuesa, torta del casar y aceite de cebollino, ni el de ostras, el de caviar y el de curados. En él, sorprende la cecina de wagyu y la mojama casera con almendras fritas. Para refrescarse, nada mejor que terminar con alguno de los helados artesanales.

LO MEJOR

Disfrutar de un «brunch» mientras los pequeños se quedan en el Kids Club

LO PEOR

Que se necesita reservar mesa