Casas reales

La Reina de Inglaterra cuenta cómo casi se rompe el cuello por culpa de la corona

Isabel II/Imagen archivo
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Ser reina es difícil, pero no por lo que todo el mundo pueda imaginar. Aparte de la apretada agenda real, para ser la Reina de Inglaterra hay que saber portar la corona.

Ser reina es difícil, pero no por lo que todo el mundo pueda imaginar. Aparte de la apretada agenda real, para ser la Reina de Inglaterra hay que saber portar la corona. Isabel II ha contado en el avance de un documental de la BBC "The Coronation"que se emitirá el próximo domingo con motivo del 65º aniversario de su llegada al trono, algunos curiosos detalles de la ceremonia de coronación que tuvo lugar el 2 de junio de 1953.

El problema más importante al que se tuvo que enfrentar la Reina fue a portar la corona que pesaba más de un kilo. “No se puede mirar hacia abajo para leer el discurso, tienes que pronunciar el discurso mirando al frente. Porque si lo hicieras, se te rompería el cuello y se caería (la corona)”, confiesa la Reina entre risas haciendo referencia a la corona Estado Imperial. El valor de la pieza es incalculable, entre las piedras preciosas que contiene hay 2.868 diamantes, incluidos 17 zafiros, 11 esmeraldas y cientos de perlas, además de una piedra preciosa conocida como el rubí del Príncipe Negro, al que la leyenda le atribuye algún pasado español ya que hay historiadores que aseguran que fue robada en 1362 al rey Bermejo de Granada y entregada al Príncipe Negro de Inglaterra.

Además de la corona, para ese día se creó un vestido a la altura de la ceremonia que era espectacular, pero que según confiesa la monarca poco cómodo. “Recuerdo un momento que iba caminando por la alfombra y no podía moverme en absoluto. Sí, ellos no pensaron en eso”, asegura. Hay que recordar que Isabel II avanzaba además con la corona Estado Imperial en la cabeza (1,28 kg), el manto real en su espalda, el cetro en la mano derecha y el orbe en la izquierda.