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Dopamina

Ni reels ni Tiktok, esta es la forma saludable de generar dopamina

El tradicional dicho popular sobre la sonrisa encuentra respaldo en la neurociencia, abriendo nuevas perspectivas sobre nuestro bienestar

Felicidad Freepik

Desde hace tiempo, la sabiduría popular ha sugerido un efecto positivo al sonreír. La neurociencia lo confirma: sonreír genera dopamina y reduce el cortisol, la hormona del estrés.

La dopamina es un neurotransmisor relevante para el sistema de recompensa cerebral y la motivación. Niveles bajos, según el Dr. Michael Markopoulos, afectan a la función cerebral y vida diaria, causando menor motivación, dificultades de concentración, falta de interés y fatiga.

Es un factor de mucha importancia en estas condiciones.

El impacto de la sonrisa en nuestra química cerebral

La sonrisa cobra protagonismo. La psicóloga Lourdes Ramón destaca su poder, pues investigaciones demuestran que puede cambiar nuestra interpretación del mundo. La respuesta neuronal a una cara sonriente es más potente, la ínsula, ligada a la identidad, se activa al ver o al sonreír.

El cerebro adapta el estado de ánimo a la expresión facial, sonreír aumenta creatividad y capacidad cognitiva al producir endorfinas, neuropéptidos, dopamina y serotonina. Estas hormonas disminuyen el estrés y la ansiedad, reducen frecuencia cardíaca y potencian la productividad.

Expertos en longevidad afirman que las relaciones sociales y la risa son un seguro de vida. Además, un estudio de la Universidad Estatal de Wayne reveló que quienes sonríen más tienden a vivir varios años más.

La sonrisa es contagiosa gracias a las neuronas espejo que fomentan empatía y conexión social, la psicóloga Laura Palomares señala que al sonreír, se genera un efecto dominó de bienestar.

Se pueden desarrollar recursos para mejorar el día a día, actividades como atención plena, meditación o respiración profunda calman el sistema nervioso. Esto permite al cerebro reorganizar recursos, favoreciendo la producción natural de dopamina.

Involucrarse en actividades placenteras que activan el sistema de recompensa cerebral desencadena liberación de dopamina, ya que, al disfrutar, el cerebro recompensa con una descarga que refuerza el comportamiento.

Algunas recomendaciones para estimular la dopamina son:

  • Establecer y lograr pequeñas metas: Completar una tarea, por pequeña que sea, proporciona sensación de logro y libera dopamina. Una lista y tachar ayuda.
  • Hacer ejercicio regularmente: La actividad física es un potente impulsor de dopamina y otros neurotransmisores de bienestar. Una caminata enérgica ya marca una diferencia.
  • Escuchar música favorita: Oír las canciones preferidas activa los circuitos de recompensa del cerebro y aumenta la dopamina considerablemente.
  • Aprender algo nuevo: Adquirir y dominar una nueva habilidad, por sencilla que sea, es un gran estimulante de dopamina.
  • Practicar la gratitud: Apreciar lo positivo de la vida puede cambiar el enfoque y repercutir en la química cerebral. Un diario de gratitud fomenta la práctica.