Educación

Cuatro de cada diez universitarios pierden su beca al finalizar el primer año

La mitad de los nuevos estudiantes andaluces recibe alguna cuantía y el 15,7% abandona los estudios tras su estreno. ión en base a un estudio de 2012, tras seis años de congelación de los precios.

Un grupo de jóvenes camina por los pasillos de la Universidad de Sevilla
Un grupo de jóvenes camina por los pasillos de la Universidad de Sevillalarazon

La mitad de los nuevos estudiantes andaluces recibe alguna cuantía y el 15,7% abandona los estudios tras su estreno

ión en base a un estudio de 2012, tras seis años de congelación de los precios.

El curso ha arrancado oficialmente en las universidades andaluzas. El consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, ha participado en los actos protocolarios que transcurren en paralelo a la vida de los estudiantes, inmersos aún en los procesos de matriculación y las solicitudes de ayudas –con plazo abierto hasta el 15 de octubre–.

Más de 41.000 jóvenes se presentaron en junio a las Pruebas de Acceso (PAU); en la segunda oportunidad de septiembre fueron 6.611, de los que el 78% ha aprobado. La mitad de ellos accederá por primera vez a la Universidad con una beca; sin embargo, transcurrido su primer año, cuatro de cada diez habrán perdido la ayuda, pese a que para muchos es la única forma de continuar sus estudios. Así se desprende de los «Datos y cifras del sistema universitario español. Curso 2014-2015», editado por el Ministerio de Educación y Ciencia (MECD). Una estadística que se vuelve más cruenta atendiendo a la nota con la que se accedió: cuanto más baja, mayor es el índice de pérdida de respaldo institucional. En quienes tuvieron menos de 5,5 de media entre la nota de la PAU y el Bachillerato o FP, el porcentaje asciende hasta el 59%, lo que significa que solo cuatro estudiantes de cada diez mantendrán alguna de las ayudas que recibían. En esa nota de corte, el abandono universitario afecta al 21,5% de los estudiantes tras cursar el primer año, mientras que la media de los estudiantes noveles es del 15,7% –este dato corresponde al curso 2010-2011, último recogido por el MECD–. De los estudiantes que ingresaron con una nota entre 9 y 10, el 30,2% acabó perdiendo su beca. Cursado el segundo año de estudios, el porcentaje de abandono se sitúa en el 14,1%. El principal requisito para que el MECD no retire las ayudas que concede es superar los créditos establecidos como mínimos –dependiendo de la carrera escogida puede ser el 80% o hasta el 65% de los matriculados– y hacerlo además con una nota superior al 6,5 –6 para las enseñanzas técnicas–. Fue el ex ministro de Cultura José Antonio Wert quien promovió el endurecimiento de los requisitos de acceso para los universitarios. En todo caso, cualquier ayuda debe ser devuelta si no se superan el 50 por ciento de los créditos matriculados, en convocatoria ordinaria ni extraordinaria –el 40% para las técnicas–, exceptuando la exención de matrícula.

Andalucía es la comunidad que más becarios aporta al sistema universitario. De sus 250.785 matriculados en el curso 2013/14, más de una cuarta parte gozaban de algún tipo de ayuda para sus estudios. Para ello, recibió del Gobierno 234 millones de euros, 112 más que la Comunidad de Madrid, la siguiente en percepciones de este tipo. Atendiendo a los estudiantes noveles, el 51,8% gozó de alguna ayuda. Además de las becas del Ministerio, las universidades andaluzas han articulado medidas propias para reducir el impacto que la crisis económica ha tenido en las aulas, dirigidas principalmente a alumnos con rentas muy bajas. La Junta de Andalucía en este sentido ha venido manteniendo los precios por crédito, con el segundo más bajo (12,62 euros) frente a los 33,52 de Cataluña.

El fraccionamiento del pago de matrícula en ocho plazos, la exención de la tasa para víctimas de violencia de género o la gratuidad del B1 son otras de las medidas adoptadas por la Administración andaluza. En el otro extremo, se sitúa el severo recorte que han sufrido en sus presupuestos las nueve instituciones públicas, que han dejado de percibir 277 millones entre 2010 y 2014 –equivalente a los presupuestos anuales de las universidades de Málaga y Huelva–.