Política

Sevilla

El celador del Valme intentó abrir con sus manos el ascensor accidentado

El trabajador que llevaba a la víctima mortal corrobora la inexistencia de un protocolo escrito de traslados ante averías en los elevadores del hospital hispalense

El celador del Hospital de Valme de Sevilla que llevaba la camilla en la que la joven Rocío Cortés era trasladada a planta tras dar a luz a su hija, cuando falleció al ponerse en marcha el ascensor con la puerta abierta, acompañado de su letrada(i), tras declarar como investigado ante la jueza/ Foto: Efe
El celador del Hospital de Valme de Sevilla que llevaba la camilla en la que la joven Rocío Cortés era trasladada a planta tras dar a luz a su hija, cuando falleció al ponerse en marcha el ascensor con la puerta abierta, acompañado de su letrada(i), tras declarar como investigado ante la jueza/ Foto: Efelarazon

El trabajador que llevaba a la víctima mortal corrobora la inexistencia de un protocolo escrito de traslados ante averías en los elevadores del hospital hispalense

El celador del Hospital de Valme de Sevilla investigado por el accidente del ascensor ocurrido el 20 de agosto de 2017, en el que murió la joven Rocío Cortés cuando era trasladaba tras dar a luz, admitió ayer que intentó abrir la puerta con las manos al ver que no subía antes de avisar de la avería.

El celador que trasladaba a la víctima en el momento del siniestro, visiblemente afectado, compareció ante la titular del Juzgado de Instrucción 1 de Sevilla que investiga las causas del accidente y, a preguntas de la jueza, aseguró que el hospital no cuenta con un protocolo escrito para el colectivo sobre cómo actuar cuando al trasladar a un paciente se produce una avería en un ascensor. El trabajador mantuvo la versión de los hechos que explicó a la Policía, según los abogados de la acusación particular y de la defensa del ascensorista de mantenimiento también investigado, que para el abogado de la familia de la víctima, José María Núñez, «aporta luz a lo que consta en los autos» respecto a cómo sucedieron los hechos al ser una versión «de primera mano». El abogado Simón Fernández –que representa al ascensorista investigado que en su día negó haber realizado cualquier manipulación en el ascensor que originara su puesta en marcha con las puertas abiertas–, explicó que según el celador, tras entrar en el ascensor con la víctima y darle al botón para subir de la segunda a la tercera planta, detectó en la puerta que «hay una parte de abajo que no se cierra bien» y que «intenta abrir con la mano». Al no conseguirlo y ver que el ascensor no sube, el celador «llama a centralita para decir que no funciona porque dice que la señora se está poniendo nerviosa, al ratito se abre la puerta del fondo que no se suele abrir, la del fondo, no recuerda si se abrió la puerta por la que entró, y se vuelve a cerrar». Tras esperar «un poco» se abrió la puerta por la que entró, por lo que inicia «la maniobra de salida» y «cuando está saliendo, a la mitad, es cuando dice que la puerta se cierra, aprisiona» la camilla en la que trasladaba a la joven y «sale disparado para arriba», lo que provoca que la víctima se golpee con el techo y fallezca en el acto. Según el abogado de la familia, José María Núñez, el celador pulsa primero el botón de alarma al ver que el ascensor no subía y luego llama a centralita. Calcula que pasaron «unos cinco minutos» dentro del ascensor parado hasta que se abrieron las puertas y al sacar la camilla se puso en marcha (según el tráfico de llamadas, entre el aviso y el accidente pasan tres minutos).