Andalucía

«En el último minuto habrá Gobierno pero la legislatura no será larga»

Defiende la vigencia de un organismo que emitió casi mil dictámenes en 2014 sobre administraciones y al frente del que se encuentra hace catorce años: «Me jubilaré en estas cosas»

Juan Cano Bueso/ Presidente del Consejo Consultivo
Juan Cano Bueso/ Presidente del Consejo Consultivolarazon

Defiende la vigencia de un organismo que emitió casi mil dictámenes en 2014 sobre administraciones y al frente del que se encuentra hace catorce años: «Me jubilaré en estas cosas»

–El presidente Rajoy habló en su día de suprimir los consejos consultivos.

–El presidente del Gobierno no puede eliminarlos.

–No, no puede, pero lo propuso en su informe sobre la reforma de la Administración pública.

–Creo que fue un exceso por parte de quien redactó ese documento.

–¿Deben mantenerse entonces?

–No he oído ningún comentario en Andalucía de la conveniencia de suprimir este órgano. Somos una institución muy barata, con un presupuesto de 3,3 millones.

–Pero es el más caro de España. El de Madrid se suprimió, era el primero; y Cataluña se divide en dos, el Consejo de Garantías Estatutarias y la Comisión Jurídica.

–Creo que hemos puesto muchísimo orden en las corporaciones locales. En Marbella, por ponerle un ejemplo paradigmático, hemos hecho una tarea ímproba por restaurar el Estado de Derecho que dejó Jesús Gil. Se reparte el protagonismo al 50 por ciento a la hora de pedir dictámenes entre el Gobierno andaluz y las instituciones locales, en un órgano pensado inicialmente para la Junta.

–Otro ejemplo de urbanismo salvaje es el hotel El Algarrobico. Dijo que si le hubieran consultado, se hubiera evitado ese conflicto urbanístico.

–Evidentemente. El Consejo Consultivo lo hubiese paralizado de plano si el Ayuntamiento de Carboneras hubiese tramitado la consulta previa a la licencia. Se trataba de una operación urbanística en un suelo protegido.

–La Junta también podía haberlo denegado.

–La Junta hizo lo que podía hacer. Todo ha sido muy desafortunado, pero la concesión de la licencia es lo que permitió construir y permite ahora a la empresa intentar una reclamación de daños y perjuicios, si finalmente el Tribunal Supremo ordena la demolición.

–¿Acabará así?

–Diría que sí. El problema con el que se topan los alcaldes es que tienen que compaginar el desarrollo turístico para crear empleo con el respeto a la legalidad urbanística y a veces es difícil.

–Los recursos anticonstitucionales contra el Gobierno central por parte de la Junta se multiplicaron por dos: de cuatro a ocho, en 2014; y el Gobierno también ha recurrido varias leyes andaluzas. ¿Es un enfrentamiento político?

–La necesidad de implementar medidas contra la crisis económica ha llevado al Gobierno a usar una legislación agresiva con las comunidades. ¿Justificado o no? Pues a lo mejor lo necesitaba por razones de tener margen de maniobra para implementar las políticas que imponía Bruselas, pero lo cierto es que la obligación de los gobernantes andaluces o gallegos es defender su Estatuto.

–Una de las que recurrió el Gobierno fue la Ley de Función Social de la Vivienda. ¿Ustedes vieron que podía existir esa inconstitucionalidad?

–Detrás de la Ley de Vivienda hay una lucha ideológica muy importante. El uso y disfrute de la vivienda debe pasar en la reforma constitucional a ser un derecho fundamental: no digo en propiedad, en cualquiera de las formas. Lo que no puede haber es ciudadanos sin techo porque son ciudadanos sin dignidad personal.

–Sobre el «caso ERE» dijo que se iba «a disolver como un azucarillo» al llegar al Supremo. Después de cinco años de instrucción, con cambio de instructora incluido, ¿lo sigue pensando?

–Yo no lo he pensado nunca porque hubiera una instructora u otra, lo he pensado porque creo que el salto de la irregularidad administrativa al ilícito penal es muy grande.

–Pero sí ha habido una distribución aleatoria de fondos. Y el Consultivo dictaminó que de los expedientes que debían devolverse, no se reclamaran por el tiempo transcurrido.

–Hubo algunos a los que se les aplicó el artículo 106, se declararon nulos pero por el transcurso del tiempo desde que se cometieron los hechos, por la buena fe que pudo haber, en otros casos por haber sido parcialmente ejecutados y destinados al fin para el que se solicitaron... se declaraba que la Junta no debía reclamarlos.

–¿No choca que se dé una ayuda sin cumplir los requisitos y se defienda que no se devuelva?

–Naturalmente todo eso es ilegal, claro que sí. La concesión de una ayuda tiene un procedimiento muy tasado y la ausencia de ese procedimiento hace nula de pleno derecho la concesión.

–En 2012 se planteó la supresión de las diputaciones. ¿Tienen utilidad?

–Bueno, son una creación del siglo XIX en un estado centralista para hacer políticas públicas en las provincias. En mi opinión son unas instituciones demasiado caras y demasiado anacrónicas.

–Si el Consultivo tuviera que pronunciarse sobre un referéndum en Cataluña, ¿qué diría?

–Pues diría únicamente lo que puede decir: que nuestra Constitución no contempla la posibilidad de un referéndum secesionista. Sería flagrantemente suspendido inmediatamente por el Tribunal Constitucional.

–¿Por dónde habría que empezar la reforma de la Constitución y por qué hay esa resistencia a abordarla?

–Ha habido una gran mitificación, sobre todo por el centro derecha, y una sacralización del espíritu de la Transición, cuando es una norma jurídica, la suprema, pero no deja de ser una norma.Se debería actualizar el catálogo de derechos fundamentales y libertades públicas. Al sistema electoral se le podría dar una pensada para hacerlo más proporcional y para quizá desbloquear las listas, que el ciudadano pueda colocar el primero a quien más le guste y el tercero a quien le guste menos. Y en materia de estado autonómico podríamos actualizar, para todos, el modelo de Andalucía: de agotamiento de los límites que permite la Constitución hecho desde la lealtad y el respeto a las leyes del Estado.

–¿Qué cree que va a ocurrir con el Gobierno de España?

–Pues repetiré las palabras de Rafael Escuredo: creo que en el último minuto del último momento se va a llegar a un acuerdo suficiente para hacer una legislatura que no será muy larga seguro.

–Lleva veinte años vinculado al consejo, catorce como presidente. Tres presidentes han confiado en usted.

–Yo me he esforzado por trabajar mucho, espero que ellos hayan considerado que haya sido bien. Creo que me jubilaré en estas cosas ya.