ERE

Guerrero aguarda su turno

Mañana se retoma la pieza del procedimiento específico y, tras el fin de las cuestiones previas, comenzarán los interrogatorios

El ex director de Trabajo Francisco Javier Guerrero y su abogado, Fernando de Pablo
El ex director de Trabajo Francisco Javier Guerrero y su abogado, Fernando de Pablolarazon

A partir del lunes, comienza «el turrón» del «caso ERE», tras una larga espera (el juicio arrancó el pasado 13 de diciembre con la lectura de los escritos de acusación) y después de que la Sección Primera de la Audiencia haya apartado el delito de «asociación ilícita» contra los ex altos cargos, lo que libera de la sombra de la cárcel al ex presidente de la Junta Manuel Chaves y a otros seis ex altos cargos procesados en la rama política. El juicio se reanudará con la resolución de las mencionadas cuestiones previas por el tribunal a partir de las 10:00 horas, continuando la vista oral, si no hay más interrupciones, con la declaración del ex director general de Trabajo y Seguridad Social de la Junta Francisco Javier Guerrero, según el criterio solicitado por la Fiscalía.

Tras caer la acusación de «asociación ilícita», desmontándose de facto la teoría de la estructura criminal para delinquir, los focos se centrarán, más si cabe, en Guerrero, considerado como actor principal del caso desde sus orígenes. Resulta una incógnita saber la reacción de Guerrero ante las cuestiones que se le planteen, esto es, si responderá a todo, como ha venido haciendo durante la Instrucción, o si se acogerá a su derecho a no declarar en su contra. Fuentes cercanas a su entorno señalaron que «ni él tiene aún decidido qué va a hacer».

Guerrero está considerado como el último eslabón de la cadena en el proceso presuntamente fraudulento de concesión de ayudas y subvenciones. El ex director general de Empleo entre 1999 y 2008 era quien firmaba las ayudas y a quien los ex altos cargos apuntaron cuando saltó a la luz el presunto fraude. Chaves llegó a hablar incluso de «cuatro golfos». También era la persona que se encargaba de desactivar las protestas de los trabajadores de empresas en crisis. Fue quien acuñó, o al menos hizo público, la existencia de un «fondo de reptiles», la partida 31L, de la que precisamente salían los fondos mediante un sistema de transferencias de financiación cuya legalidad se dirime en la Audiencia.