«Hay un Rocío que se prolonga los 365 días del año»

«Queremos potenciar las peregrinaciones internacionales a través de nuestra Oficina de Atención al Peregrino», señala Santiago Padilla, presidente de la hermandad matriz de Almonte

Hijo y nieto de presidentes de la hermandad matriz de Almonte. ¿De qué manera se enfrenta a este cargo?

Sobre todo con una gran responsabilidad, dada la proyección de la romería del Rocío y de la hermandad matriz como cabeza natural del movimiento mariano rociero. Como un testimonio de gratitud a la virgen y a ellos, mis predecesores en este compromiso, y una oportunidad de devolver algo de lo mucho recibido. Y también como una obligación de cara a las nuevas generaciones almonteñas, porque El Rocío es la transmisión de la fe, de generación en generación.

¿Cuáles son los retos que se marca para este mandato?

El más inmediato, fortalecer los vínculos de unidad de los hermanos de nuestra hermandad, debilitados tras tres procesos electorales que han sido difíciles. Y, en este sentido, propiciar nuevos cauces de participación. En segundo lugar, impulsar nuestro compromiso social, particularmente la obra social del centenario de la coronación de la virgen, que pretende contribuir de forma destacada a la creación de una unidad de oncohematología para jóvenes en la ciudad sanitaria Virgen del Rocío. Un proyecto que lidera la Fundación Andex. Y seguir extendiendo su devoción, creando cauces nuevos, si fuera necesario, para que su caudal devocional no decrezca y mejore en lo posible su calidad.

Hoy es un día marcado en rojo en el calendario porque tiene lugar una nueva «venida» de la Virgen del Rocío a Almonte. ¿Qué supone para el mundo rociero este hito?

Es un gran acontecimiento emocional para nuestro pueblo y para muchos rocieros, y una oportunidad para que el mensaje del Evangelio, a través de esta imagen bendita, florezca con más fuerza en nuestros corazones. Todo ello en el marco de la celebración del segundo Año Jubilar de nuestra historia. Y una ocasión única para construir comunidad parroquial y para evangelizar.

La romería es un fenómeno poliédrico en el que convergen lo cultural, devocional y festivo. ¿Qué diría a los que sólo ven el último aspecto?

Pues que más allá del color deslumbrante de la fiesta, de esa Andalucía que se expresa en todo su apogeo, hay una manifestación de fe de gran alcance y profundidad que le da sentido a todo. Ya lo dijo el pedagogo Manuel Siurot, con causa abierta de beatificación: «En El Rocío cantar y bailar, comer y beber, todo es rezar». Y que hay un Rocío que trasciende la romería y se prolonga los 365 días del año, en la vida fructuosa de nuestras hermandades y de los rocieros.

El Rocío es una devoción universal. ¿Se plantea retomar la idea del reconocimiento de santuario internacional?

Esta idea está muy avanzada. De hecho, ya no depende solo de la matriz, y esperamos ver concluido este expediente en estos próximos años. Queremos potenciar las peregrinaciones internacionales a través de nuestra Oficina de Atención al Peregrino.