La escasa red eléctrica frena 17.000 millones en proyectos para renovables

La Junta cifra en esa cantidad la demanda de inversión privada y reclama al Gobierno mejoras en las infraestructuras

La energía renovable es el futuro, de ahí que el Gobierno prevea que el 74% de la que se genere en 2030 en España provenga de este ámbito. Superada la época de las subvenciones públicas para hacer rentable la inversión, la energía solar se ha convertido en un negocio rentable debido a la reducción de los costes, resultando más beneficioso instalar paneles solares que dedicarla la tierra a cultivos de secano, aseguran fuentes de la Consejería de Hacienda, Industria y Energía. Eso ocurre porque en Andalucía se dan las condiciones idóneas para producirla, debido a las muchas horas de sol y a la adecuación del terreno. Y aquí viene el problema: ese potencial no puede aprovecharse sin una red adecuada para su distribución.

La Junta realizó una consulta pública en marzo para tantear el interés de inversores en nuevos proyectos de renovables y en solo 15 días recibió propuestas para una demanda que superaría los veinte mil megavatios. Para ello deberían disponer de una red de evacuación adecuada y eso es justo de lo que carece la comunidad: tiene los recursos naturales y la oferta de promotores interesados, pero no la infraestructura que permita canalizar esa energía desde la planta fotovoltaica hasta los consumidores. La empresa pública Red Eléctrica Española (REE) es la responsable de construir y mantener la energía eléctrica en alta tensión. Gestiona las infraestructuras eléctricas que componen la red de transporte y conectan las centrales de generación con los puntos de distribución a los consumidores. De llevarla desde esos puntos hasta los hogares y empresas se encarga Endesa. Usando el símil ferroviario, Red Eléctrica se encargaría de las vías necesarias para que los trenes puedan transitar por ellas. Sin vías, poco puede hacerse.

Ahora es el momento para que las circunstancias cambien. Este lunes finaliza el plazo para que las comunidades autónomas presenten a la compañía pública sus propuestas para la mejora de las infraestructuras de transporte de electricidad. Andalucía quiere aprovechar esta oportunidad para mejorar la seguridad de su sistema y ampliarlo, pudiendo captar nuevos inversores una vez garantizado el aprovechamiento de la energía. Desde la citada Consejería cifran en 17.000 millones la cantidad que promotores privados han mostrado interés en invertir para desarrollar nuevos proyectos, principalmente relacionados con la energía solar, aunque no detallan de en qué plazos se distribuirían esas inversiones. Sí aseguran que para que suceda debe aceptarse la propuesta presentada el pasado viernes por el consejero, Juan Bravo, a la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. La Junta planea aportar casi la mitad al objetivo marcado por España: de 57.000 megavatios planteados, Andalucía generaría 25.650 (el 45%). El cálculo responde al análisis realizado por la Agencia Andaluza de la Energía del potencial de renovables que tiene la comunidad. En concreto, permitiría instalaciones para generar más de 300.000 megavatios, de los que el 81% correspondería a la fotovoltaica, el 8,2% a energía eólica, el 6,3% a termosolar y el 3,5% a eólica marina; mientras que la biomasa supondría un 0,6%, según datos facilitados por la Consejería. La demanda del Gobierno andaluz Andalucía permitiría ampliar en 11.430 megavatios la capacidad de evacuación de proyectos de energías renovables. La capacidad actual se estima en 4,531 megavatios, una cantidad que no cubre siquiera los proyectos que han sollicitado acceso a la red, según recuerda la Consejería. Las actuaciones reclamadas incluirían la construcción de 14 nuevas subestaciones eléctricas en nuestro territorio y la modernización de las conexiones con el resto de Españaa. Pero sin avances en la red de transporte cualquier cábala se deshace. No será hasta noviembre cuando Red Eléctrica dilucide si acometerá estas actuaciones dentro de su planificación energética entre 2021 y 2026. Si no, el tren de las renovables pasará de largo.