Financiación autonómica

La subida de impuestos, clave del acuerdo de financiación

PP y Cs rechazan más presión fiscal; el PSOE lo niega, pero IU admite la necesidad de una reforma fiscal para obtener más ingresos

El grupo de trabajo sobre financiación autonómica ha finalizado su tarea y ahora el texto final pasará a la comisión de Hacienda
El grupo de trabajo sobre financiación autonómica ha finalizado su tarea y ahora el texto final pasará a la comisión de Haciendalarazon

El acuerdo sobre financiación autonómica pergeñado por el PSOE, Podemos e IU y al que se ha sumado el Partido Popular tiene poco recorrido. El pacto está sustentado en intereses más electoralistas –nadie quiere quedar fuera de la «defensa de los intereses de Andalucía»– que en coincidencias sustanciales de fondo. Solo Ciudadanos se ha mostrado abiertamente contrario al texto final. Hasta en el bloque de izquierdas hay grietas porque los socialistas dicen ahora que el sustancial aumento de ingresos que se reclama no implica una subida de impuestos, extremo que ayer mismo desmintió IU y es uno de los argumentos de Ciudadanos para rechazar el documento.

La formación que lidera Juan Marín en Andalucía registró ayer en el Parlamento su voto particular a la síntesis aprobada. En el texto deja claro que, a su jucio, el acuerdo es de «cartón piedra». Detrás del decorado , con el que también Ciudadanos está de acuerdo, no hay una solución realista. Se parte de que Andalucía está infrafinanciada, de que hay que mejorar las relaciones entre las comunidades de régimen común y los regímenes forales y de reconocer la igualdad de todos los ciudadanos. Pero todo ello «conduce necesariamente a una subida de impuestos a cargo de las clases medias y trabajadoras, que resulta absolutamente inaceptable para este grupo parlamentario».

La crítica de Ciudadanos al documento final es sustantiva, ya que ataca al planteamiento del mismo. El resumen se ha hecho desde el «agravio» que sufre Andalucía y no como propuesta para toda España. El enfoque, además, parte de definir primero los gastos y luego los ingresos, lo que obligaría a financiar estos gastos «vía déficit» o a través de aumentar la carga fiscal.

Esta subida de impuestas también es rechazada por el Partido Popular, que pese a votar a favor del texto –«como punto de partida»– ha presentado 23 enmiendas con sus planteamientos específicos. Los cambios afectan sustancialmente a la síntesis aprobada, toda vez que reclama incluso «que la cesta de impuestos cedidos no debería alterarse de forma sustancial», algo que sí proponen alterar el PSOE, Podemos e IU.

El discurso de la subida de impuestos no sienta bien al PSOE. Su secretario de Organización, Juan Cornejo, dijo que «no es cierto» que el documento acordado contenga esta subida, algo que desde IU, uno de los firmantes, no se tiene tan claro.

La clave de que no es posible cumplir lo acordado sin aumentar los ingresos la ofreció Antonio Maíllo, líder de IU. Esta formación recoge en su voto particular la necesidad de llevar a cabo una reforma fiscal que acompañe a una obtención de ingresos «que permita la suficiencia financiera para los servicios». El texto aprobado prevé recaudar 16.000 millones extras en el modelo de financiación por lo que la formación de izquierdas entiende que debe abordarse una reforma fiscal que aumente la progresividad para «que pague impuestos quien más tiene». También plantea una mayor homogeneidad de las rentas del trabajo y las rentas del capital, «para que no sean los trabajadores los que tengan que sostener el sistema fiscal».

El documento aprobado pasará ahora por la Comisión de Hacienda y Administración Pública donde pueden incluirse algunos cambios. Posteriormente se debatirá en el Pleno del Parlamento.