Sevilla

La vida hipotecada

En la comunidad se han firmado en la última década 2,46 millones de hipotecas sobre fincas urbanas y se ha acumulado una deuda superior a los 289.330 millones de euros

La hipoteca ha pasado de artículo cotidiano a un oscuro objeto de deseo
La hipoteca ha pasado de artículo cotidiano a un oscuro objeto de deseolarazon

Hipoteca, según la Real Academia Española, procede del latín «hypothéca», y ésta del griego. Significa: 1. Finca que sirve como garantía del pago de un crédito; y 2. Derecho real que grava bienes inmuebles o buques, sujetándolos a responder del cumplimiento de una obligación o del pago de una deuda. Unida a la crisis –en otra época llamada «ciclo valle» o «desaceleración» de la economía– significa, y conlleva, mucho más. En los últimos tiempos, ante la, mes a mes y EPA a EPA, patente impotencia política respecto a la creación de empleo, la vivienda y su siamés reverso tenebroso, la hipoteca, copan las hojas de ruta de los principales partidos, ya sea en forma de leyes para paliar los desahucios, decretos para expropiar segundas viviendas o propuestas de quita en los préstamos o leyes de protección de consumidores de productos hipotecarios. En Andalucía, sólo en la última década, la del boom inmobiliario y el posterior estallido de la burbuja, se han firmado 2.458.258 hipotecas, según los datos del Instituto Nacional de Estadística recopilados por LA RAZÓN. En estos diez años, los andaluces han acumulado una deuda aproximada de 289.333 millones de euros. Considerando que la comunidad cuenta con una población de 8,45 millones de habitantes (datos de 2012), en la última década se ha firmado 0,3 hipotecas por persona. Cada andaluz ha acumulado en este tiempo una débito de 34.241 euros. La hipoteca media, por contra, resulta de 118.095 euros.

Se cancelaron, por contra, 85.099 hipotecas sobre fincas urbanas en 2011; 95.039, en 2010; 97.350, en 2009; 133.282, en 2008; 174.079, en 2007; y 181.308 en 2006. Esto es, en el último sexenio (datos disponibles), se han anulado 766.157 créditos en Andalucía.

Sólo el pasado año, se registraron en la comunidad 81.928 hipotecas por un montante de 7.801 millones. Este 2013, a escala nacional, el importe medio de las hipotecas sobre viviendas se ha reducido un 4%, situándose en 102.906 euros. Andalucía fue la comunidad con mayor número de hipotecas constituidas (7.230). El capital prestado para este fin ascendió a 852 millones. Por otro lado, se cancelaron 7.059 hipotecas en la región sobre fincas urbanas.

La facilidad para el crédito, la bonanza económica, una cultura basada en la compra de vivienda y una economía sustentada en el ladrillo explican, en parte, esta voracidad de oca respecto a las hipotecas en la Andalucía de la última década. Al ritmo que caían las cuentas públicas y privadas (contemplando aquí las de las familias), ejercicio tras ejercicio han ido cayendo los créditos (alrededor de un 40% menos) y aumentando los desahucios. Un 237% más, en el último lustro en ciudades como Sevilla, según los datos judiciales. La recién presentada memoria del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía registra habla de un 40% más este año en la comunidad, con 8.100 ejecutados y 7.000 en espera.

Otra consecuencia de la acumulación de deuda generalizada en la comunidad andaluza, junto a otros factores, ha sido, con la llegada de las vacas flacas, el desmoronamiento del precio de la vivienda nueva a niveles de 2004. Desde que estallara la burbuja inmobiliaria, las viviendas han bajado por encima de entre un 27 y un 33%, según las estadísticas de precios de vivienda del Ministerio de Fomento. En este primer trimestre del ejercicio, según los portales inmobiliarios Pisos.com y Fotocasa.es, el precio de la vivienda de segunda mano ha descendido entre un 1,88% y un 2,2, situándose entre 1.568 euros y 1.735 el metro cuadrado.

La creación del llamado «banco malo» no ha supuesto el despegue de las ventas, limitado por el desempleo y, tras una década en la que no se precisaba mucho más que la intención de comprar para que se concedieran, la falta de crédito.

El desglose

Capitales como Málaga y Sevilla, donde el ladrillo aumentó más, aunque también proporcionalmente a su tamaño demográfico y atractivo turístico, acumulan la mayor cantidad de hipotecas y, por tanto, de deuda.

Por provincias, en Almería, en 2012 se constituyeron 9.525 créditos para fincas urbanas, con una deuda de 880 millones. En 2011, 14.104, por un importe total de 1.049 millones. En 2010, se registraron 18.540, hasta llegar a los 1.605 millones. En 2009, se firmaron 21.197 hipotecas, con un montante de 2.231 millones. En 2008 la deuda con bancos, cajas de ahorro y otras entidades se elevó a los 3.525 millones y se constituyeron 25.543 préstamos. En 2007, se contabilizaron 48.764 créditos por un importe de 6.470 millones. En 2006, 51.599 hipotecas (6.616 millones). En 2005, 46.217 créditos (5.384 millones). En 2004, 38.309 préstamos (3.846 millones). En 2003, 29.704 (2.713 millones). En resumen, en una década, 303.502 hipotecas y 34.322 millones.

En Cádiz, el pasado año, se constituyeron 11.248 créditos (1.118,8 millones). En 2011 se registraron 17.720 hipotecas sobre fincas urbanas, por un total de 1.728 millones. En 2010, 21.678 créditos para vivienda (2.500 millones). En 2009, se contabilizaron 26.467 hipotecas (3.162 millones). En 2008, 31.944 (4.516 millones). En 2007, 48.161 préstamos (7.207 millones). En 2006, 55.026 (7.000 millones). En 2005, 51.978 (5.970 millones). En 2004, 40.161 (3.640 millones). En 2003, 33.332 hipotecas (2.670 millones). En total, en diez años, 337.715 créditos y 39.330 millones.

En Córdoba, en 2012, 6.805 (576,9 millones). Se registraron 9.746 créditos (911 millones) en 2011 para fincas urbanas. En 2010, 14.169 (1.344 millones). En 2009, 14.634 (1.560 millones). En 2008, 15.568 hipotecas (1.900 millones). En 2007, 26.354 préstamos (3.330 millones). En 2006, 28.339 hipotecas (3.210 millones). En 2005, 25.552 (2.425 millones). En 2004, 23.306 (1.964 millones). En 2003, 17.559 operaciones crediticias (1.320 millones). En una década, 181.117 hipotecas y 18.541 millones.

Granada, en el pasado año sumó 9.026 (728,8 millones). La provincia granadina registró en 2011 11.856 créditos (1010 millones). En 2010, 16.519 (1.560 millones). En 2009, 18.837 (1.906 millones de euros).

En Granada, en 2008, 22.372 (2.391 millones). En 2007, 33.032 (4.140 millones). En 2006, 36.521 (4.239 millones). En 2005, 36.545 (3.835 millones). En 2004, 30.358 (2777 millones). En 2003, 19.543 hipotecas ( 1.619 millones). En una década, 233.848 créditos y 24.513 millones de euros.

En la provincia de Huelva, el pasado ejercicio, 6.665 (618,4 millones). Se ejecutaron en 2011 9.155 créditos para fincas urbanas (736,5 millones). El año 2010, 11.256 (1.004 millones). En 2009, 12.923 créditos (1.368 millones). En 2008, 18.271 (2.274 millones). En 2007, 27.040 (3.555 millones). En 2006, 27.495 créditos, esto es, (3.262 millones). En 2005, 25.892 (2.684 millones). En 2004, 23.291 (2.052 millones). En 2003, 18.793 (1.659 millones). Un total de 180.142 créditos para fincas urbanas en diez años y 19.214 millones de euros.

En Jaén, el pasado ejercicio, 3.999 hipotecas y 291,4 millones. En 2011 se firmaron 6.708 operaciones crediticias para fincas urbanas (543 millones). En 2010, 8.946 hipotecas (722.225 millones). En 2009, los préstamos para este fin fueron 9.414 (821.629 millones). En 2008, 11.895 (1.232'4 millones). En 2007, 20.513 (2.140,4 millones). En 2006, 20.150 (1.992 millones). En 2005, 21.531 (1.748, 6 millones). En 2004 se registraron 15.648 (1.166 millones). Y en 2003, 11.832 (772.806 millones). En diez años, 130.636 créditos y 11.429 millones.

Málaga registró 18.167 operaciones por 1.957,5 millones. Sumó, en 2011, 23.684 hipotecas (2.846 millones). En 2010, 33.889 créditos para fincas urbanas (4.285 millones); en 2009, 40.005 (5.395 millones); en 2008, fueron 49.702 (9.167 millones); en 2007, se registraron 74.307 (13.245 millones); en 2006, 86.603 (14.768 millones); en 2005, la cifra se situó en 83.918 (12.968 millones); en 2004, 78.247 (11.444 millones); en 2003, 59.771 (6.689 millones). En una década, 548.293 hipotecas y 81.877 millones.

Sevilla registró en 2012 16.493 créditos por 1.629,1 millones. Sumó, en 2011, 30.551 hipotecas sobre fincas urbanas (2.792 millones); en 2010, fueron 33.765 (3.975 millones); en 2009, la cifra se situó en 42.232 (4.847 millones); en 2008, se registraron 56.960 (8.335 millones); en 2007, 79.740 (10.503 millones); en 2006, récord, 83.908, (11.859 millones); 2005, 77.993 (9.795 millones); en 2004, 70.650 (6.658 millones); y en 2003, 52.595 (4.303 millones). El total en diez años es de 543.005 créditos y 60.987 millones de euros.

El socio minoritario del bipartito, Izquierda Unida, está centrando esta fase de la legislatura en proponer medidas sobre vivienda e hipotecas, a las que, a remolque, se suma el PSOE. El papel de globo sonda corresponde a los comunistas. En función de la aceptación popular, la repercusión mediática y el desgaste político para el Gobierno de la Nación, los socialistas abanderan con más o menos ahínco las propuestas.

La proliferación de hipotecas es también el germen de movimientos sociales como las plataformas de afectados y, en parte, del Movimiento 15M, el cual, incluso, cuenta con un documento titulado «Lo que debería hacer en materia de vivienda un Gobierno y un Parlamento andaluz que pensara en la gente». Este proyecto del colectivo social, muy en la línea de IU, habla de la «creación de una banca pública» y «para los hipotecados de su residencia habitual, moratoria de las ejecuciones hipotecarias por impago, además derecho a la reordenación judicial, sin nuevos intereses, del pago de su deuda y reducción temporal de su cuota hipotecaria un 25% del importe de sus ingresos». «Para quien así lo quiera, derecho a la dación en pago de su vivienda saldando plenamente su deuda», añade.

Andalucía, el escenario de esta tesitura socioeconómica, es, además de la zona de España que más créditos hipotecarios acumuló, la que más rupturas familiares sumó en los últimos diez años. Sólo el pasado año, 24.315. No es cuantificable cuántas parejas han convertido el «hasta que la muerte nos separe» en un «hasta que la hipoteca se pague o mejore la cosa».