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Andalucía

Salud «respeta» que haya un crucifijo en una consulta, pero en marzo lo rechazó

Hace cinco meses, la Consejería dio orden de retirar un crucifijo en El Greco larazon

La Consejería se apoya en la ley de Memoria Histórica, que no hace mención al caso, y en su criterio

«El Observatorio del Laicismo denuncia que una consulta en un Centro de Salud esté presidida por un crucifijo». De forma periódica aparecen en la comunidad titulares como éste. El recorrido de la noticia, más allá de un primer impacto, no es excesivamente largo. El último caso se registró en Sevilla, en el ambulatario de El Greco, del Polígono de San Pablo, allá por el mes de marzo. En esta ocasión, como en otras, la polémica se suaviza con una orden de retirada de todos los símbolos religiosos del centro en cuestión que con el tiempo se flexibiliza. La Junta no ha elevado unas instrucciones concretas que prohíban que crucifijos o estampas de imágenes religiosas puedan adornar determinadas salas de atención a pacientes. Ahora, en cambio, se conoce cuál es el criterio que sigue la Consejería de Salud, de una ambigüedad tal que obliga a interpretar que existe cierta permisividad, aunque ideológicamente se aleje de los patrones socialistas, por ejemplo, en Educación.

«La Administración sanitaria andaluza mantiene una posición de respeto a las distintas sensibilidades, valores, ideologías y creencias que existen en Andalucía como realidad plural que es. Nuestra comunidad, como el resto del Estado, está supeditada a lo dispuesto en la Ley 52/2007, de 26 de diciembre de Memoria Histórica. No hay previstas otras medidas que el criterio anterior y esta ley», responde el consejero Aquilino Alonso a una pregunta escrita formulada por los parlamentarios del PP el pasado mes de abril.

Salvo que un crucifijo sea merecedor de entrar en el «catálogo de vestigios relativos a la Guerra Civil y la Dictadura», el artículo 15, «Símbolos y monumentos públicos», de la ley de Memoria Histórica no establece prohibición alguna. La decisión final, por tanto, corresponde a la Consejería, que hace cinco meses pidió la retirada de los símbolos religiosos de un centro concreto y hoy se muestra más flexible.

En aquel momento, los populares sevillanos se preguntaron incluso si la Junta extendería su decisión al resto de la comunidad e incluso cuestionó al Gobierno andaluz si la idea era cambiarle el nombre a los cuatro grandes hospitales de la provincia: el Virgen Macarena, el Virgen del Rocío, Virgen de Valme y Nuestra Señora de la Merced.

Aquilino Alonso niega esta opción en la respuesta publicada ayer en el BOPA, y explica el criterio seguido: «Los centros hospitalarios o de atención primaria de una localidad o capital de provincia deben ser denominados con el nombre de la misma, preferentemente. Los situados en una localidad, no capital, deben denominarse con el nombre de la comarca. En los casos en que exista más de un centro de las mismas características en la localidad o en la comarca, se puede utilizar como denominación algún otro topónimo geográfico característico de la zona, nombre de la barriada, de la calle, etc».

Las asociaciones laicas apelan a que se vulnera la aconfesionalidad del Estado y la libertad de conciencia al tener que ser atendido ante la presencia de una simbología religiosa que identifica al centro de salud y al doctor que le atiende. Incluso reclaman al consejero de Salud «medidas que garanticen una asistencia sanitaria libre», porque un centro público «no puede identificarse con ninguna religión».

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