Política

Andalucía

Todo Pentecostés sobre sus sienes

Los Hermanos Delgado firman la nueva corona de la Virgen del Rocío, que mantiene las dimensiones de la de 1919

Nueva corona de la Virgen del Rocío, obra de los Hermanos Delgado
Nueva corona de la Virgen del Rocío, obra de los Hermanos Delgadolarazon

Los Hermanos Delgado firman la nueva corona de la Virgen del Rocío, que mantiene las dimensiones de la de 1919

«Un regalo de Dios». Así resume José Delgado, del taller de orfebrería Hermanos Delgado, sus sensaciones cuando supo que su diseño de corona para la Virgen del Rocío había sido el elegido. Una presea, regalo de las hermandades filiales y asociaciones, que se ha materializado con motivo del centenario de la coronación canónica de la imagen y que para el taller supone un «orgullo» porque se trata de una «devoción universal». El proyecto parte de la premisa de que la Blanca Paloma «no podía cambiar su iconografía». «Las medidas de la corona tenían que ser iguales que la que tiene actualmente para que no cambie su impronta», apunta Delgado, autor del diseño. La que luce habitualmente, que es con la que se coronó en 1919, fue ejecutada por Ricardo Espinosa de los Monteros, platero de la Catedral de Sevilla, copiando el trazo de la corona de la Inmaculada Grande de la sacristía del templo metropolitano. Otras dos coronas también siguen este modelo: las de las dolorosas sevillanas del Valle y Subterráneo. Por tanto, Delgado tenía en su mente una pieza «que no fuera ostentosa, sino más bien simbólica». Y así ha sido, puesto que incluye multitud de iconos que aluden a la fiesta de Pentecostés.

Delgado recuerda que la idea parte de la hermandad de Valverde del Camino. Se creó una comisión y sus integrantes fueron encargado diseños a los artistas más considerados de Andalucía. Se pulsó la opinión de ocho orfebres. Fueron las hermandades de Jerez de la Frontera y Sanlúcar de Barrameda –la comisión se dividía por zonas– las que acudieron al taller de los Hermanos Delgado. Quedaron tres finalistas. Recuerda, igualmente, que la corona está hecha con donaciones de los rocieros. «Hemos vivido momentos intensos y de verdadero amor a la virgen. Gente que ha entregado sus alhajas, incluso niños, el anillo de la abuela y de gente que ya no está».

En cuanto a la distribución, en la parte frontal de la ráfaga figuran los doce apóstoles, seis a cada lado, con la paloma del Espíritu Santo en el centro, que se posa sobre la bola del mundo. De abajo a arriba, el mundo es soportado por los dogmas de la virgen: perpetua virginidad, maternidad divina, madre inmaculada y asunción a los cielos. Preside el canasto el escudo de San Juan Pablo II, pontífice que oró ante la Virgen del Rocío en 1993. En el lado derecho se sitúa el escudo de la hermandad matriz y en el izquierdo el del municipio de Almonte. En las ocho caras del canasto hay unas pequeñas hornacinas con letanías lauretanas: estrella de la mañana, fuente de la salud, pozo de sabiduría, rosa mística, espejo de la justicia, refugio de los pecadores, arca de la alianza y puerta del cielo. Cada letanía está rematada con una azucena, «la flor que simboliza la pureza de la virgen», señala Delgado. La pedrería, apunta, «es muy escueta», integrada por marfiles, brillantes y una veintena de rubíes, el color de la fiesta de Pentecostés. La cara trasera del resplandor es una ofrenda floral a la virgen, representándose la amapola, jazmín, tulipán, lirio, margarita, narciso, cardo, pasionaria, violeta, iris, jacinto y pensamiento. Flores que, en definitiva, salpican el camino cuando los peregrinos van al encuentro con la Blanca Paloma.

Delgado asegura que la nueva corona lleva aparejada una acción social: la colaboración con Andex para la creación de un centro de adolescentes que padecen enfermedades oncológicas, que se ubicará en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla. «Ya se ha hecho una corona de amor y se está haciendo otra de vida», apunta. El taller está satisfecho con el resultado. «Yo soy creativo y veía a la virgen en mi mente con esta corona. Lo tenía claro, así que no me impactó cuando la vi con ella puesta». Ahora, reconoce que están «expectantes» por el resultado en la calle, cuando asome a la marisma y refleje «los brillos del sol, de la luna e incluso de los flashes».