Todos los grupos, salvo el PSOE, abren la puerta a la supresión de los aforamientos

El PP señala que no es la “panacea” contra la corrupción y los socialistas creen que es “propaganda”

Todos los grupos del arco parlamentario, salvo el PSOE, aprobaron ayer abrir la puerta a la reforma del Estatuto de Autonomía para eliminar los aforamientos políticos, una iniciativa impulsada por PP y Ciudadanos y recogida en el pacto de gobierno. El diputado de Cs Sergio Romero mostró su «orgullo» por esta medida que persigue «recortar privilegios» y que ahonda en la idea de reconocer a los representantes políticos como «servidores, y no personas que vienen a servirse». «Le decimos a los andaluces que vamos a ser iguales que ellos», subrayó Romero, además aseguró que «estamos en una nueva época en la que se acabaron el amiguismo y los chiringuitos».

No obstante, el trámite que ahora comienza es bastante largo, ya que desde Andalucía debe partir un acuerdo que, posteriormente, pasará por el Congreso de los Diputados. Luego volverá a la comunidad autónoma para la convocatoria de un referéndum, mecanismo obligatorio para cambiar el texto estatutario.

Por su parte, el diputado del PP Toni Martín recordó que en España existen 250.000 aforados, el 93 por ciento de ellos miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Un 6 por ciento son jueces y políticos y tan sólo un 1 por ciento políticos, en torno a 2.000 representantes. Sin embargo, Martín subrayó que esta medida «no es la panacea», en referencia a los casos de corrupción política, aunque dejó claro que su formación es «cumplidora», por lo que impulsa esta reforma al incluirse en el pacto de Gobierno con Ciudadanos.

El diputado de Vox Manuel Gavira se mostró a favor porque «ser iguales ante la ley es una aspiración de las sociedades avanzadas». «Con esta medida se eliminan las desigualdades ante una infracción penal», así que «por coherencia no queremos estos derechos procesales».

La diputada de Adelante Andalucía Ángela Aguilera anunció el «sí» de su formación, aunque se mostró muy crítica con la reforma, puesto que es «poco ambiciosa». De hecho, aseguró que se trata de una medida «parcial e interesada» y que se «manosea» el Estatuto de Autonomía. El partido está a favor de la eliminación de los aforamientos, pero instó a abordar otras cuestiones «importantes» en la reforma, como las cesantías, la justificación de las dietas o que los diputados cuelguen sus facturas en el portal de la transparencia. «Hay que abrir el melón del Estatuto, y lo primero que pedimos es su cumplimiento, ya que es una ley con rango de Constitución territorial».

Mucho más crítico se mostró el diputado socialista Mario Jiménez, quien tachó la propuesta de «propaganda». Jiménez recordó que la reforma de 2007 fue fruto del acuerdo de todos los grupos políticos y acusó a Adelante Andalucía de «legitimar a la derecha» en este proceso que ahora comienza.