Sevilla
UGT lleva al límite su «caza de brujas»
Visto para sentencia el juicio por el despido de un trabajador al que acusa de borrar datos
El juicio por el despido del ex secretario general de la sección sindical de Sevilla de UGT, Laureano Conde, al que esta organización acusa del borrado de 1.756 ficheros informáticos, quedó ayer visto para sentencia. UGT ha declinado llegar a ningún tipo de acuerdo previo, pese a que ya ha obtenido un revés en la vía penal. Otro juzgado, el de Instrucción número 11, declaró en el mes de octubre el sobreimiento provisional del caso por este presunto borrado de archivos.
La defensa de Laureano Conde volvió a reclamar ayer en el Juzgado de lo Social número 10 de Sevilla la nulidad del despido, lo que implicaría la necesaria reincorporación inmediata del trabajador, al tiempo que negó ningún tipo de borrado de información. Conde ha asegurado en numerosas ocasiones que es una «cabeza de turco» y que lo que está en juego es su «dignidad».
Hay que recordar los impedimentos técnicos para que un trabajador del sindicato pudiera llevar efectivamente a cabo el borrado. En primer lugar, porque los últimos programas informáticos que ha tenido UGT –TRAZA y luego Spyro– impiden que una información sea eliminada una vez que está contabilizada, tal y como avanzó en su día este periódico. Además, ningún trabajador del departamento de administración, del que formaba parte Conde, tenía acceso directo al servidor, de ahí que fuera imposible que los archivos presuntamente borrados tuvieran naturaleza contable, como esgrimió en su día el sindicato para justificar las trabas a la hora de remitir información a la Junta. El Gobierno andaluz le reclama de hecho a UGT-A más de 15 millones de euros por irregularidades en ayudas finalistas. Las responsabilidades llegan hasta el más alto nivel. Los dos últimos secretarios generales de UGT-A, Francisco Fernández y Manuel Pastrana están imputados por fraude en subvenciones.
Por parte de UGT compareció ayer además de la defensa del sindicato un perito de la empresa Forest Figital Evidence, a la que UGT encargó en septiembre de 2013, cuando inició la «caza de brujas» dentro de la organización, la investigación sobre el supuesto borrado de archivos.
Lo que sí reconoció ayer UGT, en contra de la posición mantenida hasta ahora, es que todos los documentos contables están en el servidor. El ex secretario de Organización de la UGT-A Manuel Ferrer, esgrimió sin embargo en la rueda de prensa de diciembre de 2013 en la que anunció las acciones legales que no disponían de los 1.756 archivos contables porque habían sido borrados.
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